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Tour revela el lado más macabro de Buenos Aires

"Les propongo un recorrido por la ciudad para contar sus historias de crímenes, de fantasmas, de aquello de lo que no se habla", anuncia Alejandra Parets, guía de este tour que recorre los rincones más siniestros de la ciudad.

26 de Noviembre de 2004 | 13:56 | AP
BUENOS AIRES.- Los relámpagos dibujan sombras espectrales. Los truenos parecen resquebrajar el cielo encapotado de Buenos Aires. En medio de la tormenta un autobús con 40 pasajeros intenta avanzar por las calles anegadas. En instantes ninguno podrá escapar al terror.

"Les propongo un recorrido por la ciudad para contar sus historias de crímenes, de fantasmas, de aquello de lo que no se habla", anuncia Alejandra Parets, quien oficiará de guía durante las tres horas que dura "Buenos Aires misteriosa", un tour que recorre los rincones más siniestros de la ciudad.

La primera parada es la Iglesia de Santa Felicitas, custodiada por más de una docena de inquietos gatos que miran con desconfianza a los intrusos que invaden el lugar a la medianoche.

Un escalofrío recorre la espalda al escuchar la tormentosa historia de Felicitas Guerrero, una joven asesinada el 30 de enero de 1872 por un enamorado no correspondido.

Se dice que su fantasma sumido en llanto se pasea cada 30 de enero por la iglesia, construida en su honor por la familia Guerrero, y hay quienes aseguran que las campanas tañen solas.

Misteriosamente, el ala derecha de los dos ángeles de piedra que custodian el templo se ha roto. Fue justamente en el hombro derecho donde Felicitas recibió su disparo mortal.

Fantasía o realidad, nadie puede asegurarlo. Lo que sí es cierto es que la iglesia es dueña de una triste fama: nadie la elige para casarse.

"Queremos mostrar una parte de Buenos Aires distinta de la que habitualmente se ve. Todo el mundo ha escuchado la historia de alguien que cocinó (mató) a otro, de un fantasma en una casa abandonada, de una iglesia que esconde una historia trágica". Esto apunta a visitar esos lugares y rescatar creencias populares, según explicó Parets a The Associated Press.

No hay efectos especiales, pero la voz pausada y misteriosa de Parets y la música gótica que se oye de fondo logran que el miedo se apodere de los pasajeros.

Los que se animan a la macabra travesía son en su mayoría porteños, pero también hay algunos turistas extranjeros que se conmueven con las leyendas de sangre de la Reina del Plata.

La segunda parada es un terreno baldío del barrio de Parque Patricios, en el sur de la ciudad, donde hacia 1910 solía merodear Cayetano Santos Godino, apodado "El petiso orejudo", considerado el primer asesino compulsivo de la criminología argentina.

El relato detallado de sus asesinatos —cuatro niños de entre 3 y 6 años a los que golpeó, prendió fuego o ahorcó con un cordón que usaba como cinturón— inquieta a los oyentes, que se compenetran de la historia hasta sentirse testigos directos de aquellos sangrientos hechos: "¡Oh, que horror!, ¿cómo pudo?", exclama una mujer indignada mientras se le eriza el cabello.

El tour incluye las crónicas de otros asesinos célebres y los escenarios de sus nefastas obras, como Yiya Murano, quien convidó dulces con cianuro a tres de sus amigas para no devolverles el dinero que le habían prestado. O Emilia Basil, que trozó al hombre que la acosaba y lo cocinó en su restaurante.

"Me gusta mucho la propuesta. Lamentablemente el morbo me atrae, como al resto de los que estamos acá. Parece que uno se siente más normal viendo lo anormal que son los otros", dijo Enrique Ricaño, 38 años.

No podía faltar un cementerio en el recorrido. El elegido es la Recoleta, morada eterna de reconocidos personajes como Eva Perón y al que no le faltan almas en pena como la "Dama de Blanco".

La leyenda urbana cuenta que 50 años atrás un joven conoció a una misteriosa mujer. Mientras tomaban un café la joven se quejó del frío de la noche. Con gesto caballeresco él le prestó su saco para cubrirse. Apenas apartó su vista la mujer huyó hacia el cementerio. Tras seguirla halló su abrigo sobre una tumba. Fue entonces cuando se dio cuenta de que se había enamorado de un espectro.

El viaje toca a su fin. Luego de tres horas de narraciones siniestras la despedida no puede ser más oportuna: "Le deseo que esta noche sueñen con los angelitos", dice Parets con sonrisa irónica.

En la internet: Circuitos Horizontes