ROMA.- La reforma fiscal aprobada anoche por el Gobierno italiano, que disminuye los impuestos por un valor de 6.500 millones de euros, ha levantado una oleada de críticas entre la oposición, que la considera "ineficaz y peligrosa" ante los problemas económicos del país.
El secretario de Demócratas de Izquierdas (DS), Piero Fassino, denunció hoy que el recorte, que se aplicará a partir del próximo año, sólo sirve para "salvar la cara" al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que hizo de la cuestión fiscal una de sus principales promesas electorales.
Según el líder de DS, la anunciada rebaja reportará una "calderilla" de entre 25 y 30 euros al mes a las familias italianas, "y para ello -denunció- se recortan los servicios y se reduce la eficacia de la administración pública".
El secretario general del sindicato Uil -uno de los principales del país-, Luiggi Angeletti, señaló por su parte que la reforma "no tendrá ningún efecto serio (en los contribuyentes) porque es modesta y dispersa".
"Apenas representa el 0,5 por ciento del PIB, por lo que en términos cuantitativos su valor es insignificante", afirmó.
La bajada de impuestos, que durante semanas fue objeto de debate y tensión entre los socios de Gobierno, fue aprobada anoche por el Consejo de Ministros italiano, que dio el visto bueno a la enmienda a los Presupuestos del Estado que permitirá su aplicación.
A partir de 2005 se reducirán los baremos del impuesto sobre la renta desde los cinco actuales a cuatro: del 23 por ciento hasta los 26.000 euros de ingresos anuales; del 33 por ciento hasta los 33.500; del 39 por ciento hasta los 100.000 euros, y del 43 por ciento por encima de esa cantidad.
Para cubrir este ajuste se recortarán los gastos corrientes, con medidas como la reducción en dos años de 75.000 empleos públicos, lo que permitirá un ahorro de 900 millones de euros entre 2006 y 2007.
Estaba previsto que el recorte afectara a un 2,4 por ciento de los trabajadores del sector de la Educación, pero la amenaza de dimisión de la ministra de Educación, Letizia Moratti, hizo que a última hora se suprimiera esa medida.
Sí habrá en cambio una "racionalización" de los recursos de escuelas y universidades, que representará un ahorro de 500 millones de euros entre 2006 y 2007, según el Gobierno.
Otros 2.000 millones provendrán en 2005 de la llamada "condonación", la "legalización" a cambio de una multa de parte de las construcciones levantadas en Italia de forma irregular.
Además, la subida de las tasas sobre el tabaco y algunos impuestos directos (como los timbres oficiales) reportarán al Estado 550 millones de euros en 2005, 1.100 millones en 2006 y la misma cantidad en 2007, según el plan del Ejecutivo.
Mientras el Gobierno ha mostrado su satisfacción por la que ha calificado de "revolución fiscal", los sindicatos han llamado a participar en la huelga general prevista para el próximo martes contra la política económica de Berlusconi.