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Estudio revela que soja y pescado reducen efectos del Alzheimer

Ambos alimentos tienen un lípido que puede ayudar a prevenirlos efectos de la enfermedad.

29 de Noviembre de 2004 | 11:22 | EFE
BRUSELAS.- Ciertos lípidos como el ácido graso docosahexanoico (DHA), que abundan en alimentos como la soja y el pescado, pueden ayudar a prevenir y reducir los efectos del Alzheimer, según una de las tres investigaciones presentada hoy, lunes, por la Comisión Europea (CE).

“Una dieta rica en DHA reduce el impacto del AB42 (la toxina molecular del mal de Alzheimer)”, dijo a EFE el responsable de la investigación “Lipidet”, Tobías Hartmann, del Centro de Biología Molecular de la Universidad de Heidelberg (Alemania).

Hartmann afirmó que su equipo, que cuenta con la colaboración de universidades en Hungría, Suiza, República Checa, Holanda, Finlandia e Israel, ha logrado identificar otros lípidos que tienen un efecto positivo en el desarrollo del Alzheimer, pero no quiso hacer públicos sus nombres porque se encuentran todavía en fase de prueba.

“También hemos descubierto que muchos lípidos actúan en combinación”, señaló Hartmann.

La CE celebra hoy y mañana el taller “Investigación en Nutrición y Envejecimiento”, en el que se discutirán una docena de proyectos financiados por la UE en el marco del quinto y sexto (2002-2006) Programa Marco de Investigación.

En una rueda de prensa, en la que se presentaron otros 3 proyectos, Hartmann afirmó que la demencia afecta a una de cada 20 personas mayores de 65 años, y a una de cada cinco mayores de 80, de las que el Alzheimer supone un 55% de los casos.

La dieta alta en grasa ha sido identificada como un factor de riesgo para el Alzheimer, pero las investigaciones más recientes sobre esta enfermedad, comúnmente tratada con medicamentos, han demostrado la necesidad de ingerir ciertos lípidos (grasas) para prevenir este mal que afecta a la corteza cerebral.

El proyecto, que entrará próximamente en la fase clínica para validar su efectividad en las personas, y que cuenta con 2,2 millones de euros de financiación de la UE, tiene como objetivo definir un prototipo de dieta para el consumo humano que reduzca los efectos del mal de Alzheimer.

Otra investigación presentada por Rikke Andersen, del departamento de Nutrición del Instituto Danés de Investigación Veterinaria y Alimenticia, reveló que la población europea sufre deficiencias de vitamina D.

La investigación del equipo Optiford, entre los que participan la Universidad Complutense de Madrid, analizan el nivel apropiado para enriquecer alimentos como el pan con vitamina D, mediante investigaciones comparativas en las poblaciones con más riesgo (mujeres, niños, personas mayores e inmigrantes).

Los científicos de este proyecto, que cuentan con un financiación comunitaria de 1,75 millones de euros, señalan que cada 30 segundos algún ciudadano de la UE sufre una fractura relacionada con la osteoporosis, y estiman que el número de fracturas de cadera aumentará un 135% -de 414.000 a 972,000- en el año 2050.

Por su parte, el doctor Joel Doré, de la Unidad de Ecología y Fisiología del Sistema Digestivo del Instituto Nacional de Investigación Agronómica de Jouy-en-Josas (Francia), señaló que “es más fácil que la flora intestinal de las personas mayores sea colonizada por agentes patógenos”.

Doré encabeza una investigación europea llamada “Crownlife”, financiada con 1,82 millones de euros por la UE, que busca crear alimentos “funcionales” que mejoren la salud y reduzcan el riesgo de enfermedad en las personas mayores.

Entre estos productos se encuentran los llamados prebióticos (que no son digeridos en la parte alta del estómago) y probióticos (hechos de microorganismos tales como las bifidobacterias o los lactobacilos), comunes en el mercado europeo.

El proyecto, que se encuentra todavía en su fase de desarrollo, ha logrado aislar microorganismos como candidatos para nuevos probióticos.