GINEBRA.- Las autoridades de EE.UU. apelaron hoy a la comunidad internacional para intensificar la presión sobre el Gobierno de Sudán y las partes implicadas en la guerra civil que vive ese país africano y acabar con la violencia y los enfrentamientos que han causado más de un millón de desplazados.
"Tenemos que presionar más al Gobierno de Sudán y a los rebeldes para lograr la paz en esa región", dijo el embajador estadounidense ante la agencia de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Tony Hall, durante una videoconferencia de prensa desde Roma.
Hall, que visitó Sudán y Libia del 18 al 23 de noviembre, señaló que "la situación empeora en Sudán, en donde 300.000 personas han quedado sin acceso a la ayuda alimentaria" después de que el Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA) suspendiera su actividad en ese país por la falta de seguridad.
El diplomático estadounidense, que calificó la situación en Sudán como "la peor que puedo recordar después de haber visitado más de 50 países", dijo que al entrevistarse con representantes del Gobierno sudanés, éstos negaron que hubiera violencia o genocidio en esa región.
EEUU ha responsabilizado en varias ocasiones al Gobierno sudanés y a las milicias árabes "yanyauid" de las masacres ocurridas en la región noroccidental de Darfur.
Esas milicias, supuestamente financiadas y armadas por Jartum, sirvieron de apoyo al Ejército sudanés para reducir a los rebeldes de Darfur, que se levantaron en armas en febrero de 2003 para protestar por el empobrecimiento que padece esa región.
Desde esa fecha, unas 57.000 personas han muerto a consecuencia de los enfrentamientos entre los rebeldes y el Ejército y a manos de los temidos "yanyauid", acusados por organizaciones internacionales de secuestrar, violar, arrasar poblados y masacrar a los habitantes locales.
El diplomático estadounidense subrayó que la población sudanesa en los campamentos de refugiados "vive en situación constante de miedo, sobre todo las mujeres, que sufren violaciones. Hemos visto pueblos fantasma, quemados y abandonados".
"La gente que vive en los campamentos de refugiados tienen miedo de volver a sus pueblos y ser atacados nuevamente, de que sus mujeres sean violadas y de que los hombres sean apaleados y muchas veces asesinados", dijo Hall, que también subrayó que esas personas "no confían ni en la policía ni en el Gobierno de Sudán".
En referencia a los autores de esas matanzas, el diplomático estadounidense indicó que "esa gente necesita saber que quienes cometen crímenes contra la humanidad, serán castigados. No vamos a olvidar que esos crímenes se han cometido".
El embajador señaló que, tras la visita a Darfur, su delegación se trasladó a la ciudad libia de Al Krufah, lugar del que parten los convoyes con ayuda humanitaria de EEUU y del PMA hacia los campos de refugiados instalados en Chad y que albergan a los refugiados y desplazados sudaneses.
Explicó que el Gobierno libio garantiza el paso seguro de las caravanas de camiones que transportan la ayuda alimentaria y humanitaria hasta Chad, pero señaló que por el momento no hay acuerdo alguno entre Tripoli y Jartum que permita la entrega directa de esa asistencia a los desplazados en el propio Darfur.