MIAMI.- Diez balseros cubanos fueron asistidos hoy por paramédicos en una playa de Fort Lauderdale donde arribaron tras una travesía de tres días desde su país.
"Se hicieron una balsa muy ingeniosa con meumáticos inflados y hasta traían una bomba para inflar llantas de bicicletas con la que evitaron un posible naufragio", afirmó el sargento de la policía de Fort Lauderdale, Andy Pallen.
Pedazos de metal, de madera y hasta un relleno de espuma plástica fueron utilizados en la embarcación.
A diferencia de otros grupos de inmigrantes cubanos que en los últimos años llegaron a territorio norteamericano en lanchas rápidas de contrabandistas, éste lo hizo de la forma clásica, con una embarcación de fabricación doméstica.
Los balseros, todos hombres de entre 30 y 35 años, insistieron en mostrar a las autoridades las heridas en las manos por los remos como prueba de que habían llegado por sus propios medios y no con la ayuda de contrabandistas.
Bajo la ley vigente los inmigrantes cubanos que logran pisar territorio norteamericano pueden optar por solicitar residencia permanente en Estados Unidos.
