LA HAYA.- El padre de la reina Beatriz de Holanda, príncipe Bernardo, murió hoy, a los 93 años, de cáncer de pulmón, anuncio la Casa Real holandesa.
Bernardo Leopoldo Federico de Lippe-Biesterfeld, nació en Jena, Alemania, el 29 de junio de 1911 como conde de Lippe.
Paso su infancia en Branderburgo, tierra de origen de su madre, y a los 18 años ingresó en la universidad de Lausanne y más tarde se trasladó a Münich para finalizar sus estudios en Berlín.
Tras finalizar su formación académica abandonó Alemania debido a la tensa situación política que vivía su país y se trasladó a vivir al extranjero. Durante un año residió en París, donde aceptó un puesto directivo en I.G. Farben.
En Juegos Olímpicos de Invierno de Garmisch Partenkirchen (Alemania 1936) conoció a la entonces princesa heredera Juliana de Holanda, con la que se comprometió oficialmente el 8 de septiembre de ese año. Desde entonces tenia la nacionalidad holandesa y el título de príncipe de Lippe-Biesterfeld.
En 1948 la entonces princesa Juliana accedió al trono ante la abdicación de su madre, la reina Guillermina, con lo que el príncipe Bernardo se convirtió en consorte de la nueva Reina.
Desde su matrimonio se encargó de la administración de los bienes de la soberana de los Países Bajos, realizando provechosos negocios. Además ha participado activamente en otras actividades, sobre todo de carácter cultural y de investigación científica.
Siempre vinculado a las élites económicas y políticas de occidente, en 1954 fue el anfitrión de la primera reunión del denominado Grupo Bilderberg, compuesto por personalidades influyentes del mundo de la política y la economía, dedicado a debatir cuestiones que afectan a Europa Occidental y Estados Unidos relativas a la defensa, la economía internacional y las relaciones con el Este de Europa. Presidió este grupo hasta 1976.
En 1961 fue fundador, junto con el príncipe Felipe de Edimburgo, del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), organización que presidió de 1962 a 1976. En 1971 dotó un fondo denominado “The 1001: A Nature Trust”, y continuó integrado en la organización y sus actividades a lo largo de 40 años.
Fue presidente honorario de esta organización en Holanda. Era además presidente del Consejo Internacional para la Protección de las Aves, organización fundada en 1922.
En 1976 ocurrió el mayor escándalo que ha afectado a su vida; el 8 de febrero, el primer ministro, Joop Uyl, anunció al pueblo holandés que el príncipe Bernardo había aceptado el soborno de un millón de dólares ofrecido por la empresa norteamericana Lockeed para informar favorablemente al Parlamento sobre la compra de aviones a esa compañía.
La Reina, que había apoyado la creación de una comisión de investigación, ofreció su renuncia al Parlamento, pero éste sólo exigió que el Príncipe fuera relevado de todas sus responsabilidades que había adquirido como esposo de la reina.
Desde que en 1980 la reina Juliana abdicó en su hija, la reina Beatriz, el príncipe Bernardo continuó con sus actividades oficiales, pero en un plano más discreto.
En la década de los noventa comenzaron los problemas de salud; el 26 de noviembre de 1994 fue operado de un tumor maligno localizado en el intestino grueso y en septiembre de 1995 le fue implantado un marcapasos, debido a la bradicardia que padecía. El 9 de mayo de 1998 fue operado de próstata, y el 19 de septiembre de mismo año fue intervenido de la vejiga.
Después de sucesivos pasos por el quirófano por distintos motivos y, pese a su salud delicada, continuó realizando sus actividades oficiales, incluidas viajes al extranjero.
El último acto público al que asistió fue la ceremonia de conmemoración de la capitulación de la Segunda Guerra Mundial, celebrada el 5 de mayo de 2004.
Su salud empeoró en el mes de noviembre de este año, a causa del cáncer de pulmón que padecía, que le provocó problemas respiratorios.
Fruto de su matrimonio con la reina Juliana, era padre de cuatro hijas, la reina Beatriz (1938), las princesas Irene (1939), Margarita (1943) y María Cristina (1947).