TORONTO.- Las autoridades canadienses anunciaron hoy el fin de un polémico programa de emigración que concedía permisos de trabajo temporales a bailarinas exóticas tras una polémica que ha implicado a un miembro del Gobierno.
El programa emitía permisos a más de 500 bailarinas al año para trabajar en locales canadienses dedicados al destape.
Pero la revelación de que la ministra de Emigración, Judy Sgro, había intervenido en favor de una bailarina rumana para obtener un permiso temporal de residencia después de que trabajase como voluntaria en su campaña electoral, ha provocado la cancelación del programa.
Sgro negó que su decisión estuviese relacionada con la colaboración de la bailarina en su campaña y justificó la intervención a razones humanitarias.
Pero el caso ha despertado la indignación en muchos canadienses que en los últimos días han llenado los medios de comunicación criticando la medida, cuando miles de personas cada año no pueden emigrar a Canadá.
El ministro de Recursos Humanos, Joe Volpe, reconoció hoy que ha sido esta reacción la que ha provocado la cancelación del programa.
"No estaba en absoluto cómodo con el programa y no creía que había ninguna justificación para ello", explicó Volpe para justificar su decisión de terminar con el programa de admisión de bailarinas exóticas.
