LA PAZ.- Salvo algún incidente aislado, el civismo y un buen nivel de participación marcaron hoy la jornada de elecciones municipales en Bolivia, en las que participaron por primera vez como candidatos asociaciones de ciudadanos y pueblos indígenas.
La votación, de la que saldrán los alcaldes y concejales de los 327 municipios del país, comenzó a las 08:00 horas locales (12:00 horas GMT), con una ceremonia encabezada por el Presidente boliviano, Carlos Mesa, en la sede de la Corte Nacional Electoral, en La Paz.
El Mandatario, que votó a media mañana en la zona sur de la ciudad, subrayó la vocación democrática de los bolivianos y negó la existencia de planes de golpe de Estado en el país, como se rumoreó a raíz de varios atentados menores con dinamita contra instituciones públicas y privadas.
Asimismo, admitió a la posibilidad de que de estos comicios municipales se desprenda un "reordenamiento" del mapa político nacional, como han anticipado las encuestas.
Los sondeos han evidenciado una notable caída de la práctica totalidad de los 17 partidos políticos participantes en el sufragio, que en esta ocasión deberán hacer frente a las 343 agrupaciones ciudadanas y 59 pueblos indígenas inscritos.
El descrédito de las formaciones tradicionales, derivado de la crisis institucional de finales del año pasado, puede beneficiar al Movimiento Al Socialismo, del líder indígena y cocalero Evo Morales, que aspira a convertirse en la primera fuerza política del país, desbancando al Movimiento Nacionalista Revolucionario.
El MNR, del anterior presidente Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997 y 2002-2003), fue el ganador de las últimas tres elecciones municipales, celebradas en 1993, 1995 y 1999.
Curiosamente, Sánchez de Lozada, que huyó a Estados Unidos tras dimitir por una ola de protestas sociales, fue protagonista indirecto del día, al filtrarse a la prensa una versión sobre su inminente regreso al país, donde está en trámite un juicio de responsabilidades en su contra por la muerte de decenas de manifestantes.
El diputado del MNR, Luis Eduardo Siles, desmintió esa posibilidad, al tiempo que acusó de mentiroso a Evo Morales, de quien surgió el rumor.
Al margen de este cruce de declaraciones, el país vivió hoy una "situación de calma" y "normalidad", según el viceministro de Gobierno (Interior), Adrián Oliva.
El funcionario admitió, no obstante, un incidente en el municipio de Blanca Flor, en el departamento norteño de Pando, cuando unos ciudadanos impidieron durante unas horas la apertura de dos urnas.
También hubo un amago de enfrentamiento en el colegio electoral al que fue a votar el alcalde de la populosa ciudad andina de El Alto, José Luis Paredes, por las acciones de hostigamiento de militantes de su antiguo partido, el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria, del ex presidente Jaime Paz Zamora (1989-1993).
Paredes, líder del Plan Progreso, es un ejemplo del rumbo tomado por algunos candidatos surgidos de fuerzas políticas, que se han desvinculado de las mismas para constituir agrupaciones ciudadanas.
Uno de sus rivales, el sacerdote Wilson Soria, del MAS, reclamó el respaldo de sus vecinos para que gobernar y mostrar al mundo entero que los pobres son "honestos" y no mienten.
En La Paz, el que generó más expectativa fue el izquierdista Juan del Granado, que también pretende ser reelegido y que, en el momento de sufragar, aseguró a la prensa que no defraudará a los ciudadanos que le han manifestado "cariño y confianza".
En Santa Cruz, la capital del oriente tropical y motor de la economía nacional, también votaron los tres principales aspirantes: Roberto Fernández, Percy Fernández y Oscar Vargas.
La jornada se desarrolló también de forma regular en Ayo Ayo, la población del altiplano que se hizo famosa en junio pasado cuando una turba linchó al alcalde Benjamín Altamirano.
