JERUSALÉN.-El Primer Ministro israelí, Ariel Sharon, se anotó una importante victoria para el futuro de su Gobierno al obtener esta noche el respaldo de su partido Likud para negociar una coalición de gobierno con el Partido Laborista.
Analistas locales señalaban que se trata de un victoria importante del Primer Ministro en un organismo que hasta ahora le había prohibido negociar con los laboristas.
Por 1.410 votos a favor (62 por ciento) y 856 en contra (38 por ciento), el Comité Central del Likud decidió refrendar la propuesta en ese sentido por parte del Premier, que la semana pasada expulsó de su Gobierno al último socio que le quedaba en la coalición, el partido laico Shinui.
Sharon planteó al Comité, tradicionalmente más radical que el Primer Ministro, que la alternativa al Laborismo era convocar elecciones anticipadas.
El texto de la propuesta aprobada esta noche habla también de negociar con dos partidos ortodoxos: el sefardí Shas y el asquenazí Judaísmo Unido de la Torá.
En la votación, que se celebró a lo largo de toda la jornada en los Jardines de Exposiciones de Tel Aviv, participó un 75 por ciento de los más de 3.000 delegados del Likud.
La decisión de Sharon de incorporar a los laboristas dentro de su coalición es crucial para el plan de evacuación de Gaza, que propone aplicar en 2005, ya que dentro de su propio partido se enfrenta a la oposición de un grupo de "rebeldes", compuesto por unos 20 diputados.
Por esta razón precisamente el apoyo esta noche del Comité Central -un organismo que se oponía a la retirada de Gaza- es interpretado por los analistas como un espaldarazo del Likud al plan de desconexión.
Si finalmente el Partido Laborista y el Likud alcanzan un acuerdo de coalición, el Gobierno de Sharon contará con el respaldo de 63 de los 120 diputados del Parlamento, más cinco adicionales del partido ortodoxo Judaísmo Unido de la Torá, con quienes ya tiene cerrado el pacto desde hace dos semanas.
Para contrarrestar la influencia pacifista del laborismo, el Comité Central del Likud exige a Sharon que también negocie con los ultraortodoxos del Shas.