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Nobel de la Paz pide reformas para salvar el planeta

La ecologista keniana Wangari Maathai aseguró que se necesitan cambios fundamentales, para restablecer un "mundo de belleza y maravilla" y superar desafíos que van desde el sida a la inestabilidad climática.

10 de Diciembre de 2004 | 10:15 | Reuters
OSLO.- La ecologista keniana Wangari Maathai pidió el viernes reformas democráticas y el fin de la codicia empresarial, advirtiendo que el planeta está amenazado por la actividad humana, en su discurso de aceptación del Premio Nobel de la Paz.

Se necesitan cambios fundamentales en el orden mundial, aseguró, para restablecer un "mundo de belleza y maravilla" y superar desafíos que van desde el sida a la inestabilidad climática.

"Las actividades que devastan el medio ambiente y las sociedades siguen sin disminuir", dijo Maathai, fundadora de una campaña para plantar 30 millones de árboles en todo Africa para ralentizar la deforestación, en un discurso preparado para la ceremonia de entrega del premio en Oslo.

"Hoy nos enfrentamos a un desafío que exige un cambio en nuestra forma de pensar, para que la humanidad deje de amenazar su sistema de sostenimiento de la vida", dijo Maathai, que es la viceministra de Medio Ambiente de Kenia.

"Pido a los líderes, especialmente en Africa, que amplíen el espacio democrático y construyan sociedades buenas y justas que permitan que florezcan la creatividad y la energía de sus ciudadanos", declaró.

"Más aún, la industria y las instituciones globales deben apreciar que garantizar la justicia económica, la igualdad y la integridad ecológica son un valor mayor que beneficios a cualquier costo", añadió.

Los movimientos de ciudadanos de base deberían ser animados a promocionar el cambio, afirmó.

Maathai, la primera mujer africana en ganar el premio que lleva el nombre del filántropo sueco Alfred Nobel desde que se concedió por primera vez en 1901, recibirá un cheque por 10 millones de coronas suecas (alrededor de 1,36 millones de dólares), una medalla de oro y un diploma.

"Estamos llamados a ayudar a la Tierra a curar sus heridas y en el proceso curar las nuestras", declaró.

Su movimiento de siembra de árboles, dirigido mayoritariamente por mujeres, aspira a producir desde leña a materiales de construcción y también a ralentizar la desertificación. También trabaja por los derechos de las mujeres, la democracia y la paz.

Dijo que la "destrucción de ecosistemas (...) la inestabilidad climática y la contaminación de tierras y aguas" contribuían a la pobreza.

Maathai, de 64 años, dijo que un riachuelo donde ella solía ver renacuajos cuando era niña hace 50 años se había secado. "El desafío es recuperar el lugar donde viven los renacuajos y devolver a nuestros niños un mundo de belleza y maravilla", declaró.

Maathai también dijo que el medio ambiente era un barómetro de la salud de un país. Algunos críticos han dicho que el ecologismo tiene que ver demasiado poco con la paz para justificar la concesión del Nobel.

"El estado del medio ambiente de cualquier país es un reflejo de la clase de gobierno que hay, y sin buen gobierno no puede haber paz", declaró.

Dijo que el mundo afrontaba una "letanía de desgracias", como la corrupción, la violencia contra las mujeres y enfermedades como el sida o la malaria.

No se refirió a su polémico punto de vista sobre el sida -ha sugerido que el virus pudo ser el resultado de un experimento de laboratorio que salió mal-. Sin embargo, ha negado que piense que los gobiernos occidentales podrían haber desarrollado el virus para acabar con los africanos.