NUEVA YORK.- Mary Byler, integrante de una comunidad amish, grupo protestante norteamericano de origen menonita, rompió el silencio y en una investigación televisiva transmitida por la cadena ABC denunció los abusos a que fue sometida por años por sus hermanos y primos.
La odisea familiar de Mary, en una comunidad amish situada entre Iowa y Wisconsin, duró años hasta que la muchacha, ahora veinteañera, decidió dirigirse a las autoridades del mundo "exterior", con las que los amish evitan cualquier tipo de contacto.
Una pequeña grabadora escondida entre sus ropas (entregada por el sheriff local) permitió a Mary lograr la confesión de quien más abusó de ella, su hermano Johnny.
Mary Byler narró al programa "20/20" de la ABC cómo era su familia en manos de un padrastro y cómo su madre, frente a la realidad, le gritaba y ordenaba perdonar a sus hermanos puesto que ellos ya habían confesado sus acciones a los ancianos de la comunidad (quienes nunca tomaron medidas para frenar los abusos).
"Desde el punto de vista de los amish -aclaró la joven- si te embriagas hasta vomitar cometes un pecado más grave que el del estupro".
Tres de los hermanos de Byler fueron arrestados y procesados, y se exponen a condenas de hasta ocho años de cárcel.
Mary decidió ahora lanzar una campaña contra los abusos que se cometen en esta comunidad amish.