ATENAS.- Dos hombres armados, supuestamente albaneses, secuestraron hoy en la periferia de Atenas un autobús de línea y mantuvieron cautivos a varios pasajeros durante casi veinte horas, pero tras intensas negociaciones con la policía se entregaron y liberaron ilesos a los rehenes.
Los hombres secuestraron el autobús de línea interurbano Ktel, que realizaba su recorrido entre Maratón y Atenas, a las 5.45 locales (3.45 GMT) en la parada Pikermi, pero luego quedó detenido en Gherakas, en la periferia noreste de la capital griega, sobre la calle que conduce al aeropuerto Elefterios Venizelos.
A lo largo de la intensa jornada, el chofer del autobús, su ayudante y una mujer lograron escapar, al tiempo que los secuestradores liberaron a 17 rehenes y mantuvieron a siete en cautiverio hasta entregarse casi veinte horas después.
La emisora de televisión Alpha difundió imágenes del fin del secuestro.
Las cámaras registraron el momento en el que se abrió la puerta del autobús y los secuestradores arrojaron las armas, una carabina, una pistola y una bolsa que presuntamente contenía una bomba.
Luego, dos hombres bajaron del vehículo con las manos en la nuca. Poco después, por otra puerta descendieron los rehenes.
Los secuestradores habían amenazado con "volar" el autobús utilizando explosivos si las autoridades no pagaban un rescate de un millón de dólares por los rehenes y ponían a su disposición los medios necesarios para dejar Grecia.
Los primeros en lograr escapar del vehículo fueron el chofer, junto con la persona que vende los pasajes y una mujer. Todos los pasajeros eran adultos.
Como el chofer escapó llevándose las llaves del autobús, el vehículo quedó desde entonces varado en Gherakas.
El conductor dijo luego que los secuestradores eran albaneses, aunque la policía puso en duda la nacionalidad de los agresores, quienes habían pedido viajar a Rusia antes de entregarse.
El momento de mayor tensión se vivió cuando los secuestradores dispararon algunos tiros y pidieron otro chofer para que los lleve al aeropuerto.
Los agresores amenazaron, en declaraciones a una radio local, con "hacer volar por el aire" el autobús con los últimos rehenes adentro a las 8.00 hora local de mañana.
Poco después de haber lanzado el ultimátum se escuchó un disparo que, probablemente, partió del arma que por la mañana portaba uno de los secuestradores.
El disparo fue lanzado en dirección a los policías expertos en secuestros, pero no causó víctimas.
Desde que quedó detenido en Gherakas, el autobús fue rodeado por tiradores expertos apostados en las cercanías y la zona continuamente controlada por un helicóptero.
Todas las ventanillas fueron tapadas por los secuestradores para impedir que la policía vieraos secuestradores parado en la parte anterior del autobús apuntando con una carabina.
El otro hombre, según informaron algunos rehenes liberados, estaba armado con una pistola.
El embajador albanés en Grecia, Bashim Zeneli, se puso a disposición de las autoridades griegas junto con diplomáticos de la embajada rusa que se acercaron al lugar de los hechos.
Zeneli dijo a ANSA que uno de los rehenes liberados, Lazim Doda, reconoció como albaneses a los dos secuestradores e individualizó también la zona de procedencia de ambos.
Según el pasajero liberado uno de ellos es oriundo de Berat y el otro de Elbsan.
A las 11.00 hora local, una mujer llamada Stella Mantara, de 23 años, que era mantenida como rehén telefoneó a Radio Sky y a Mega TV y aseguró que los secuestradores se comprometían a liberar pasajeros si la policía removía un vehículo de seguridad que cruzaron delante.
