BOGOTA.- Un tribunal de Colombia condenó el jueves a 17 años de cárcel a tres irlandeses absueltos en primera instancia por un juez, por entrenar a guerrilleros izquierdistas en la fabricación de bombas, y ordenó su inmediata captura.
Jimo un juez los absolvió de los mismos cargos y ordenó su excarcelación tras el pago de una fianza.
"Se revoca la libertad provisional concedida y se ordena la captura inmediata de los condenados, para el cumplimiento cabal de la pena privativa impuesta", expresa el fallo del Tribunal Superior de Bogotá al que tuvo acceso Reuters.
La decisión del juez fue apelada por la Fiscalía General, lo que impidió a los irlandeses salir del país mientras se resolvía el recurso en una instancia judicial superior.
El fallo del Tribunal Superior de Bogotá, además de ordenar el arresto de los extranjeros, los obliga a pagar una multa de 220.000 dólares.
Fuentes policiales informaron que recibieron la orden de capturar a los condenados, aunque admitieron no tener información precisa sobre su paradero.
Aunque no se conoció ninguna reacción de los abogados de los irlandeses, éstos tienen la posibilidad de interponer un recurso ante la Corte Suprema de Justicia, que seguramente usarán.
Aunque en la primera instancia el juez desestimó las pruebas presentadas por la Fiscalía, el organismo acusador dijo que "los indicios, si bien, por si solos no constituyen plena prueba, su análisis debe realizarse en conjunto con los demás medios, lo que hace que surja la convicción o certeza de la responsabilidad en los hechos punibles".
"Las malas justificaciones sobre la presencia de los extranjeros en el país, las trazas de explosivos en sus ropas, la utilización de documentos falsos para ingresar a Colombia y el conocimiento de al menos dos de los procesados en la elaboración de artefactos explosivos, entre otros hechos, son comprometedores", afirmó la Fiscalía en un comunicado.
Serían del IRA
Los irlandeses fueron capturados por el ejército en agosto del 2001 cuando llegaron procedentes de un antiguo enclave que sirvió de sede a las fallidas negociaciones de paz entre las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno del ex presidente Andrés Pastrana.
La Fiscalía y las autoridades militares los acusan de ser miembros del Ejército Republicano Irlandés (IRA).
Las autoridades militares los detuvieron bajo la acusación de que estuvieron en el selvático departamento del Caquetá entrenando a esa guerrilla -que cuenta con unos 17.000 combatientes- en la construcción de bombas y en el manejo de explosivos.
Monaghan, Connolly y McCauley -quienes niegan cualquier nexo con el IRA- afirmaron que viajaron al área para aprender sobre las negociaciones de paz, que fracasaron posteriormente.
Un juez los absolvió en abril de los cargos de haber entrenado a las FARC en el manejo de explosivos, pero los condenó a penas de entre 26 y 44 meses de prisión por portar pasaportes falsos en el momento de ser detenidos.
Sin embargo, los irlandeses fueron excarcelados después de que cada uno pagó una fianza equivalente a 7.000 dólares.
Los defensores de los extranjeros solicitaron al gobierno de Colombia que les permitiera salir del país, con el argumento de que sus vidas corren riesgo en este país de más de 40 millones de habitantes agobiado por un conflicto interno de cuatro décadas que deja miles de muertos al año.
La decisión del Tribunal Superior de Bogotá desató en Belfast una enérgica protesta del Sinn Fein, aliado político del IRA.
"La decisión del tribunal colombiano es un gigantesco fracaso de la justicia, esto nunca debió pasar", dijo Caitriona Ruane, integrante del Sin Fein, y quien lidera una campaña para llevar a casa a los irlandeses.
"Esto es una decisión política, un fracaso evidente de la justicia", declaró en una conferencia de prensa en la que anunció que pondrán el caso en conocimiento de tribunales internacionales.
