WASHINGTON.- Una mujer de 23 años, embarazada de ocho meses, fue asesinada en su casa en la localidad de Skidmore, en el estado norteamericano de Missouri, por una persona que luego le abrió el vientre y robó el feto, que -según las autoridades- puede estar vivo.
En un truculento giro del sistema "Amber" de búsqueda de niños perdidos, las autoridades estadounidenses lanzaron hoy el alarma para tratar de encontrar al bebé de Bobbi Jo Stinnett, la joven asesinada el jueves por la tarde.
La policía del condado de Nodaway y las autoridades estaduales y federales están en emergencia ante el caso, mientras la angustia ya se instaló en la pequeña comunidad de Skidmore, de apenas 500 habitantes, casi en el límite con Nebraska y Kansas.
El sospechoso, dijeron las autoridades de Missouri, tendría el cabello rubio y estaría manejando un automóvil rojo. Además, la policía está buscando datos sobre otras dos personas que fueron vistas cerca de la casa de la mujer en las horas previas al crimen.
Aunque se desconoce por completo la dirección que podría haber tomado, la policía pidió a la población estar atenta a ciertos detalles que podrían incriminarlo: imprevistas compras de elementos para el cuidado de recién nacidos, ropas o toallas ensangrentadas, o restos de cordón umbilical.
Los indicios son todavía extremadamente generales y escasos, mientras la policía científica trata de establecer detalles más decisivos o rastros en la modesta casa de Bobbi Jo, en el 410 de West Elm Street.
Los investigadores se están moviendo bajo la presunción de que el bebé, que sería una niña, está todavía vivo, aunque en peligro y necesitada de asistencia urgente por ser prematura.
"Los médicos que examinaron el cuerpo de la víctima nos dijeron que puede haber un bebé todavía vivo allí afuera", dijo a la prensa el sheriff del condado de Nodaway, Bill Espey, agregando más dramatismo al caso que tiene al país impresionado.
Todavía no se conocen los resultados finales de la autopsia, pero los médicos forenses de Kansas City, que condujeron los primeros exámenes, dijeron a la policía que la mujer habría sido estrangulada.
Tampoco se conocen todavía detalles de la bárbara cesárea que el asesino práctico sobre el cuerpo de la mujer recién muerta, pero las especulaciones están circulando rápidamente entre las televisoras. Algunas afirman incluso que el asesino actuó por encargo, para venderle el feto a alguna persona.
Pero, por otro lado, los primeros reportes policiales señalaron que en la casa de Bobbi Jo no había señales de lucha, por lo cual se piensa que la víctima conocía al asesino. Espey dijo que el esposo estaba trabajando al momento del crimen y que "no es un sospechoso" en este caso.
Stinnett trabajaba en la Kawasaki Motors Manifacturing de Maryville, estaba casada desde hacía poco más de un año y estaba esperando su primer hijo.