CARACAS.- El general disidente Carlos Alfonso Martínez anunció hoy la creación de un nuevo partido político con el que espera aglutinar el voto de militares y civiles venezolanos para lograr la salida del Presidente Hugo Chávez.
El militar, que dejó la prisión el mes pasado y se puso al frente del partido "Electores libres", dijo que aspira a contar con el apoyo de militares activos y retirados cuando ejerzan el derecho constitucional al voto libre y secreto.
"Yo quisiera que ellos (los militares) en el ejercicio libre del sufragio, como es secreto el voto, en algún momento puedan favorecerme en función de que la bandera que yo levanto para la fuerza armada es la de la institucionalidad, porque deben estar al servicio de la nación venezolana y no de un movimiento político", expresó.
El general retirado más antiguo de la Guardia Nacional (policía militarizada) añadió que es contrario a que las fuerzas armadas "se transformen en una milicia al servicio de un proyecto revolucionario" del gobierno.
El oficial se sumó en noviembre de 2002 a un grupo de militares que se declaró en desobediencia y se apostó pacíficamente en una plaza del este de la capital, donde permanecieron un año apoyando las manifestaciones opositoras para la realización de un referéndum contra Chávez.
Detenido el 31 de diciembre de 2002 por las fuerzas policiales, Alfonso fue procesado y absuelto del delito de "rebelión militar" por haber participado en un mitin cercano a la sede de la Guardia Nacional. El proceso judicial lo mantuvo tras las rejas durante 22 meses.
El oficial aseguró que no tiene aspiraciones de ser candidato presidencial sino de organizar a la sociedad venezolana para sacar a Chávez del poder por la vía pacífica y democrática, que consideró como "la única posible".
Como primera tarea, propuso a la oposición unir esfuerzos y estrategias para ganar las elecciones de legisladores a la Asamblea Nacional (Congreso) de 2005 y "restituir el equilibrio" parlamentario que permita elegir unas nuevas autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE) que sean verdaderamente "imparciales".
"Eso sería la tarea prioritaria, para lograr confianza y que el pueblo votante vea en el CNE un poder autónomo que garantice que cuando vayamos a elecciones se respeten los resultados", subrayó.
