NAYAF, Irak.- Un automóvil cargado con explosivos estalló el domingo en Nayaf en el curso de un funeral, matando a 30 personas y dejando heridas a 65 en esa ciudad sagrada para los chiítas, dijo un funcionario de un hospital.
El estallido ocurrió cerca de la céntrica Plaza Maidan y de la mezquita del Imam Alí, reverenciada por los chiítas, en el momento en que una multitud se congregaba para observar el paso de la procesión fúnebre de un jeque local.
Yusef Munim, director del departamento de estadísticas del Hospital al-Hakim, dijo que 30 personas murieron y 65 resultaron heridas.
Abd-A’al al-Kufi, jefe de la fuerza de reacción rápida de la policía de Nayaf, confirmó que la explosión fue causada al detonar un automóvil cargado de explosivos.
"Un vehículo con explosivos estalló cerca nuestro", dijo el gobernador provincial de Nayaf, Adnan al-Zurufi, que se hallaba junto al jefe de policía de la ciudad cuando se registró el estallido, a unos 100 metros de distancia.
"Vi a unas 10 personas muertas. Algunas volaron por los aires. Otras fueron heridas y llevadas a hospitales", añadió.
El jefe de policía de Nayaf Ghalib al-Jazaari dijo que se trató de un atentado contra él y al-Zurufi.
"Mientras estaba con el gobernador aguardando la procesión fúnebre, se registraron tres explosiones", dijo al-Jazaari. "Nosotros éramos el objetivo".
"Hay víctimas civiles, no se trata de nuestros guardaespaldas o de agentes de policía", añadió.
Un testigo dijo que vio a transeúntes extraer seis cadáveres y una persona herida de entre los escombros de varios comercios dañados por las explosiones, que estremecieron la ciudad sagrada de los chiítas, situada a 160 kilómetros al sur de Bagdad.
Jalid Jabar, de 15 años, que trabaja en un café cercano al sitio de la explosión, perdió su pierna izquierda en el atentado.
"Estaba trabajando en el café cuando escuché una gran explosión", dijo Jabar acostado en un lecho en el hospital de al-Hakin. "Creí que me lanzaban una descarga eléctrica. Luego vi mi pierna izquierda, en el suelo".
La explosión ocurrió a unos 400 metros del santuario del imán Alí, uno de los sitios más sagrados de los musulmanes chiítas.
En un ataque aparentemente vinculado, un comando suicida hizo estallar su vehículo con explosivos cerca de la principal estación de autobuses de Karbata, otro bastión chiíta a 70 kilómetros al noroeste de Nayaf. Funcionarios de un hospital dijeron que 13 personas murieron y 30 fueron heridas en el ataque.
