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Bush amenaza con más presiones a Siria por injerencias en Irak

“Cuando el otro día dije que esperaba que esos países respetaran el proceso político en Irak sin inmiscuirse, lo decía en serio. Y espero que esos gobiernos prestarán atención a lo que dije”, indicó hoy el presidente estadounidense.

20 de Diciembre de 2004 | 17:07 | EFE
WASHINGTON.- El Presidente de EE.UU, George W. Bush, amenazó hoy, lunes, con aumentar la presión sobre Siria si este país intenta interferir en el proceso electoral en Irak.

"Hemos enviado mensajes a los sirios en el pasado y seguimos haciéndolo. Contamos con herramientas a nuestra disposición, una gama que va desde las herramientas diplomáticas hasta la presión económica. No hay nada descartado", advirtió Bush en el transcurso de su última rueda de prensa del año.

El Presidente aludía así a las acusaciones de injerencia en el proceso electoral de cara a los comicios del 30 de enero hechas por el Gobierno provisional iraquí a Damasco y Teherán.

Bagdad también acusa a ambos regímenes de apoyar al terrorista jordano Abu Musab al Zarqaui, el supuesto cabecilla de la rama iraquí de la red Al Qaeda.

La semana pasada, durante unas declaraciones conjuntas con el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, Bush ya había advertido a Irán y Siria que se abstuvieran de inmiscuirse en los asuntos internos iraquíes.

“Cuando el otro día dije que esperaba que esos países respetaran el proceso político en Irak sin inmiscuirse, lo decía en serio. Y espero que esos gobiernos prestarán atención a lo que dije”, indicó hoy el presidente.

Según Bush, “he pasado cierto tiempo hablando con nuestros generales acerca de si hay antiguos partidarios de Saddam (Hussein, el ex presidente iraquí) en Siria, por ejemplo, enviando dinero a los insurgentes”.

“Si existe la más mínima sospecha de que están, tenemos que trabajar con el Gobierno sirio para impedirles que envíen dinero o cualquier tipo de apoyo” a los rebeldes en Irak, agregó.

Irak ha sido un motivo de constantes disputas en las relaciones entre Washington y Damasco desde la invasión estadounidense en marzo de 2003.

En los primeros meses, el Gobierno de EE.UU. acusó a Siria de enviar equipamiento militar a Irak, y más tarde denunció que el régimen de Damasco daba cobijo a antiguos funcionarios del régimen de Sadam y permitía a los insurgentes cruzar sus fronteras hacia el país vecino.

El pasado mayo, Bush aprobó una serie de sanciones contra el régimen del presidente Bachar al Asad, que incluyen el veto a las exportaciones de EE.UU. hacia Siria -con excepción de alimentos y medicinas-, con el argumento de que ese Gobierno apoya el terrorismo y promueve las armas de destrucción masiva.

En octubre, funcionarios del Gobierno de EE.UU. revelaron que Washington estudia imponer nuevas sanciones económicas contra Siria para que ese país retire a sus tropas de Líbano y adopte medidas más enérgicas contra el terrorismo.

Damasco niega que trate de injerir en los asuntos internos iraquíes y asegura que hace todo lo posible por blindar su frontera con Irak, que se extiende centenares de kilómetros por terreno desértico.
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