JERUSALÉN.- Los colonos israelíes han recibido carta blanca de sus líderes y rabinos para oponerse a la evacuación de 25 asentamientos de Gaza y Cisjordania, y esto hacía temer hoy, martes, que se esté incubando una posible guerra civil.
El temor de una guerra fratricida a raíz del "plan de la desconexión" de los palestinos, aprobado en junio último por el Gobierno de Ariel Sharon, y después por el Parlamento (Kneset), fue desencadenado por el llamamiento de uno de los principales líderes de los colonos, Pinjas Wallerstein, quien les instó a resistir pasivamente el desalojo aun a riesgo de ser encarcelados.
La ministra en funciones de Justicia, Tsipi Livni, y el asesor jurídico del Poder Ejecutivo, Menajem Mazuz, debían decidir hoy si ordenar el enjuiciamiento de Wallerstein, cuyo llamamiento a la rebelión es castigado por la ley con cinco años de cárcel.
Los colonos y los partidos ultranacionalistas -ex socios del primer ministro Sharon y ahora en la oposición- fracasaron en todos sus intentos para que sometiera su plan para la "desconexión" a una consulta pública, o que anticipara las elecciones nacionales.
El desmantelamiento de los asentamientos y la retirada del Ejército, según el plan oficial, comenzará en julio del año próximo y, se supone, será coordinado por el Gobierno con la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y sus organismos de seguridad.
El Consejo de Asentamientos de Judea y Samaria (Cisjordania) y de Gaza, en adhesión al llamado de Wallerstein a la rebelión, difundió anoche un comunicado justificándolo pues la decisión del Gobierno "es inmoral, pisotea los derechos humanos y es antidemocrática".
"Ojalá todo se limite a lo que dice Wallerstein, con una desobediencia pasiva y en paz, y que el pueblo no quede dividido", pero "puede ser mil veces peor" que eso, previo hoy el diputado Nisan Solomiansky, del Partido Nacional Religioso (Mafdal).
Además del Ejército, que también evacuará el territorio palestino ocupado de Gaza en julio del año próximo, 5.000 agentes de policía participarán en el desalojo de unos 8.000 colonos, algunos de los cuales llevan 30 años en la zona, y el desmantelamiento de los asentamientos.
Los responsables del Museo del Holocausto (Yad Vashem) condenaron hoy a los habitantes de asentamientos de Gush Katif, al sur de la franja de Gaza, que decidieron lucir en sus ropas un distintivo como el que debían llevar los judíos europeos en los campos de exterminio de la Alemania nazi durante la II Guerra Mundial (1939-1945).
El Inspector General de la Policía Nacional, Moshé Karadi, informó a los jefes de este cuerpo de que los agentes deberán evacuar a los rebeldes "a mano", pues irán desarmados, sin bastones, y sin ningún "instrumento de violencia", como gases lacrimógenos.
También los rabinos residentes en más de 150 asentamientos judíos establecidos tras la guerra de 1967 en Cisjordania y Gaza han manifestado su solidaridad y adhesión a Wallerstein.
En 1998, Wallerstein fue condenado a cumplir servicios comunitarios durante cuatro meses después de ser juzgado por matar a un joven palestino que arrojaba piedras contra coches israelíes.
Voceros del sector pacifista exigían hoy poner fuera de la ley al Consejo que agrupa a los asentamientos, habitados por más de 200.000 israelíes, buena parte de ellos armados con fusiles y pistolas proporcionados por las autoridades militares para su auto-defensa.
Los colonos, que reciben del erario público ingentes sumas del presupuesto nacional y ventajas en hipotecas de vivienda e impositivas, algo de lo que no goza el resto de la población en Israel, se proponen colectar firmas casa por casa entre los ciudadanos del país, que de momento sigue la agria polémica sin manifestarse.
En los últimos meses, el Ejército debió empeñar gran número de efectivos para desalojar embriones de asentamientos, "maajazim", levantados por jóvenes extremistas, hijos de los colonos veteranos, sin la debida autorización oficial en colinas de Cisjordania.
En la mayoría de los casos, el desalojo fue hecho por la fuerza ante la resistencia pasiva de los jóvenes colonos, que volvieron a reponer esos precarios "maajazim".
