CARACAS.- Un tribunal venezolano ordenó el jueves la detención de ocho ex gerentes de la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), quienes fueron acusados de cometer varios delitos contra la industria petrolera durante un paro ocurrido hace dos años.
Los implicados son algunos de los ejecutivos de PDVSA que respaldaron un paro general opositor entre diciembre del 2002 y febrero del 2003, que buscaba la renuncia del presidente Hugo Chávez.
El Tribunal 40 de Control de Caracas informó que, a solicitud de dos fiscales del Ministerio Público, acordó la privación de libertad contra Juan Fernández, Horacio Medina y Mireya Ripanti.
El tribunal dictó la orden de "mandato de conducción", que permite a la policía política ubicar, aprehender y trasladar al Tribunal a Gonzalo Feijoo, Edgar Quijano, Juan Luis Santana, Edgar Paredes y Juan Carrillo.
De acuerdo con el tribunal, los acusados no comparecieron a varias citaciones hechas por el Ministerio Público.
Los ex gerentes son acusados por el Ministerio Público de la presunta comisión de los delitos de rebelión civil, instigación a delinquir, incitación a la desobediencia de las leyes y apología al delito, agavillamiento (conspiración), interrupción indebida del suministro de gas y espionaje informático.
La orden del tribunal fue alabada por el presidente Hugo Chávez, quien la calificó desde China --donde se encuentra cumpliendo una visita oficial-- como parte de la "resurrección" de la justicia en el país sudamericano.
"Me enteré hoy por la prensa, hasta había olvidado, les aseguro, esos casos porque yo estoy mirando hacia el futuro, pero la justicia no debe olvidar esos casos", dijo Chávez en una conferencia de prensa.
"Estoy seguro que es parte de la resurrección de la justicia. En todo caso, es un asunto del Poder Judicial", agregó.
El gobierno de Chávez despidió a más de 18.000 trabajadores por apoyar la protesta, que paralizó casi completamente la producción y exportación de crudo, y utilizó tropas y personal de reemplazo para reactivar las vitales operaciones petroleras.
Chávez ha dicho que las pérdidas por la paralización llegaron a más de 10.000 millones de dólares.