MADRID.- Terremotos, temporales, tifones e inundaciones... la serie de catástrofes naturales que han padecido las poblaciones de Asia durante este año que ahora acaba es bien larga.
Ya a principios de enero tembló la tierra por primera vez en Indonesia, provocando el pánico entre la población. Un mes más tarde, en otro sismo en la provincia indonesia oriental de Papua, al menos 26 personas murieron. Pocos días después, en el noroeste de Pakistán perdían la vida 15 personas a causa de otro movimiento telúrico.
A comienzos de abril, un fuerte terremoto volvía a sacudir Pakistán y Afganistán. A mediados de mes, el primer tornado fuerte de la estación barrió Bangladesh, causando numerosos daños. El balance: al menos 57 muertos y mil heridos. A finales de junio, temporales en el centro de China causaron 28 muertes. Otras 180.000 personas tuvieron que refugiarse en centros de emergencia.
El hasta entonces peor desastre climático del año se produjo en agosto en India y Bangladesh: más de 1.500 personas murieron, 150.000 familias tuvieron que ser atendidas por organizaciones humanitarias a causa de una fuerte tempestad. Poco después, 160 personas perdían la vida en la costa oriental china a causa del peor tifón de los últimos siete años. Más de 460.000 tuvieron que ser evacuadas.
A finales de agosto, el siguiente tifón pasó por Taiwán, la costa china y Filipinas. De nuevo tuvieron que ser evacuados medio millón de chinos.
A comienzos de septiembre, continuó la oleada de temporales en China con una gigantesca inundación en el río Yangtsé que causó la muerte a 180 personas. Tras fuertes lluvias, a mediados de mes 500 pescadores eran dados por desaparecidos en Bangladesh. Y a finales, un tifón mató a 16 personas en Japón.
A mediados de octubre, un fuerte terremoto sacudió Taiwán y Okinawa. Japón volvía a ser el blanco a finales de ese mes de las iras climáticas: un tifón causó la muerte de 67 personas; después un terremoto dejó otros 30 fallecidos y miles de heridos.
Las catástrofes siguieron sucediéndose desde mediados a finales de noviembre: en un terremoto en Indonesia murieron al menos 16 personas, en un tifón en Filipinas 37, otro fuerte sismo en Indonesia dejó diez muertos más. A principios de diciembre, Filipinas e Indonesia sufrieron fuertes tormentas. Tan sólo en Filipinas perdieron la vida unas 800 personas.
La oleada de terremotos y tsunamis que arrasó hoy el sureste de Asia ha dejado ya al menos 6.000 muertos, y todo indica que la cifra seguirá aumentando.
