BAGDAD.- Con automóviles bomba, asesinatos, emboscadas y ataques contra estaciones de policía, elementos rebeldes dejaron al menos 54 muertos, entre ellos policías iraquíes y un vicegobernador, en la capital y el violento territorio conocido como el Triángulo Sunita, mientras que un grupo decía haber ejecutado a ocho empleados de una empresa de seguridad estadounidense.
La serie de ataques del martes, entre ellos uno en que 12 policías fueron degollados en su propio cuartel, fueron los primeros en que los rebeldes atacan a los iraquíes que cooperan con el ejército norteamericano, o el gobierno interino, antes de las elecciones del 30 de enero.
La noche del martes, los rebeldes llevaron a policías a una casa del occidente de Bagdad con un informe anónimo sobre un escondite rebelde y activaron explosivos que dejaron 29 muertos y 18 heridos, dijo la policía. Siete policías se cuentan entre los muertos.
La explosión estalló en el interior cuando la policía estaba a punto de entrar, dijo un agente de la estación de policía de Ghazaliya el miércoles. Seis casas fueron derribadas por la detonación y varias personas quedaron atrapadas bajo los escombros.
La policía dijo que el ataque "evidentemente fue una emboscada" y que "cantidades masivas de explosivos" fueron empleados.
El ejército norteamericano dijo en un comunicado emitido el miércoles que informes iniciales de expertos indican que entre 700 y 800 kilogramos de explosivos fueron empleados en el ataque. Agregó que soldados estadounidenses e iraquíes trabajan de manera conjunta para "sacar a posibles sobrevivientes de los escombros".
El general de brigada Jeffery Hammond, subcomandante de la I División de Caballería, que controla Bagdad, dijo que los ataques rebeldes se incrementarían antes de la realización de los comicios.
"Anticipamos que el enemigo continuará con sus ataques, actos de intimidación, asesinatos y otros mensajes destinados a destruir la vida en Bagdad", dijo Hammond, al señalar que las fuerzas de seguridad iraquíes estarán a cargo de la seguridad en las elecciones, con el apoyo de los norteamericanos solamente si es necesario.
Un infante de marina norteamericano adscrito a la I Fuerza Expedicionaria en la provincia de Anbar murió en un "incidente no hostil", dijo el ejército estadounidense el miércoles. El militar falleció el martes "al conducir operaciones de seguridad y estabilización" en la provincia, que abarca buena parte de Irak e incluye las violentas ciudades de Falluja y Ramadi.
