MEULABOH.- Las cuadrillas de rescate dejarán pronto de buscar a sobrevivientes en la isla indonesia de Sumatra, porque hay pocas esperanzas de encontrar a alguien vivo entre los escombros, dijeron el domingo las autoridades.
Mientras, cuatro fragatas de la armada indonesa, repletas de ayuda humanitaria, llegaron el domingo a las costas de la aldea pesquera de Meulaboh, en Sumatra, una de las zonas más afectadas por el terremoto y las marejadas del 26 de diciembre.
Aproximadamente 50% de la población de 40.000 habitantes fue destruido, y menos de 100 residentes deambulaban en busca de comida entre las viviendas derribadas. Un gran barco carguero estaba volcado sobre un costado en el puerto.
En un vecindario, una mezquita fue el único inmueble que quedó en pie.
En Banda Aceh, una capital provincial en el extremo septentrional de Sumatra, el jefe del equipo de búsqueda y rescate de Indonesia, Lamsar Spahutar, dijo que las oportunidades de encontrar a más personas vivas eran "muy escasas".
"Hay pocas posibilidades de encontrar a sobrevivientes después de siete días", señaló Sipahutar. "Estamos a punto de suspender las operaciones de búsqueda y rescate. Si alguien sobrevivió al terremoto, quizás fue muerto por las tsunamis".
El viernes, fue rescatada la última persona con vida. Trabajadores de la Cruz Roja indonesia escucharon los gritos de Ichsan Azmil desde abajo de las ruinas de una vivienda en Banda Aceh, una capital provincial, la cual quedó prácticamente destruida por la catástrofe.
El sismo y el maremoto devastaron el norte de Sumatra. El saldo oficial de muertos es de 80.246, pero el ministro de Salud, Siti Fadila Supadi, advirtió que podría llegar a 100.000.
Aunque las esperanzas de encontrar a sobrevivientes se desvanecían, la gran operación internacional para llevar ayuda a quienes quedaron con vida se intensificaron, con la llegada de numerosas embarcaciones extranjeras, repletas de comida, medicamentos y demás ayuda de emergencia.