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Powell: Daños del maremoto son peores que la guerra

"He estado en la guerra y en varios huracanes, tornados y otras operaciones de ayuda, pero nunca había visto nada como esto" dijo Colin Powell, secretario de Estado norteamericano.

05 de Enero de 2005 | 08:05 | Reuters
BANDA ACEH, Indonesia.- Nuevos peligros acechan hoy los esfuerzos por ayudar a millones de víctimas del tsunami mientras el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, expresaba su conmoción ante la devastación que había observado durante una visita por las zonas más afectadas de Indonesia.

"He estado en la guerra y en varios huracanes, tornados y otras operaciones de ayuda, pero nunca había visto nada como esto", dijo el ex jefe militar estadounidense tras sobrevolar la devastada costa norte de la isla Sumatra, la más cercana al epicentro del maremoto.

"No puedo ni imaginar el horror que sufrieron familias y todas las personas que oyeron este ruido aproximándose y después vieron sus vidas arruinadas por esta ola", agregó.

Tras esta gira por helicóptero, Powell partió hacia Yakarta, donde el secretario general de la ONU, Kofi Annan, y otros líderes mundiales están llegando para la cumbre de ayuda internacional que se celebrará mañana.

La zona visitada por Powell, la provincia de Aceh, sufrió la muerte de casi 100.000 personas, alrededor de dos tercios del total de muertos causados por el tsunami del océano Indico provocado por un terremoto submarino gigante en sus costas hace diez días.

Indonesia dijo que medio millón de sus ciudadanos -unos 80.000 más que estimaciones anteriores- se habían quedado sin hogar en Aceh, donde personas hambrientas buscaban entre la basura comida y agua, y un número incontable de heridos llenaban los hospitales.

Para sumarse a los males de la provincia, las Naciones Unidas dijeron que hay informaciones de piratería en las costas de Sumatra.

Los responsables de la ONU también expresaron su temor a que niños huérfanos o perdidos puedan acabar en manos de bandas criminales dispuestas a venderlos como esclavos, añadiéndose a las preocupaciones por una "generación tsunami" de niños también amenazados por enfermedades y hambre.

Se han recibido informaciones -hasta ahora no confirmadas- de adultos haciéndose pasar por padres adoptivos y niños siendo trasladados de Indonesia a Malasia para ser vendidos.

En una de las escasas historias con final feliz, un barco de carga rescató a un hombre de Aceh que pasó ocho días flotando en el mar sobre un árbol arrancado, viviendo de cocos y agua de lluvia.

Los esfuerzos para ayudar a otros sobrevivientes en tierra en Indonesia, Sri Lanka y otros países afectados fueron lo más rápidos posible, pero siempre demasiado lentos para los que siguen fuera del alcance.

Algunos dijeron que han perdido las ganas de vivir. "Ojalá mi marido y yo muramos pronto", dijo el ama de casa Viyarseeli Nadarajahlingam desde Pallai, un pueblo pesquero en el norte de Sri Lanka, donde murieron 30.000 personas. "El agua me arrancó a mis seis hijos mientras me sujetaba a un árbol".

Las Naciones Unidas dicen que hasta un tercio del total de víctimas son niños, demasiado débiles para escapar de la potencia de las olas.

Objetivo de la cumbre

A medida que aumenta la lista de asistentes a la cumbre de Yakarta, lo que pueden lograr en un día está cada vez menos claro.

Podría discutirse una moratoria en la deuda de los gobiernos de los países afectados. Indonesia dijo que los elementos claves son: un sistema regional de alerta de tsunamis, una mejor coordinación de la ayuda y la "sostenibilidad el proceso, en particular la futura rehabilitación y reconstrucción".

El coordinador de ayuda de emergencia de la ONU, Jan Egeland, dijo se han comprometido de 2.000 a 3.000 millones de dólares, una cifra sin precedentes como el desastre en sí, aunque equivale sólo a unos 400 dólares por persona de los cinco millones afectados.

Japón es el mayor donante de emergencia con un compromiso de 500 millones de dólares, pero una fuente del gobierno alemán dijo que Berlín iba a aumentar su contribución a 680 millones de dólares.

La Organización Mundial de la Salud estimó que más de medio millón de personas están heridas y necesitan cuidados médicos en seis países. Aumenta el temor a que se declaren enfermedades como el cólera y la malaria entre los cinco millones de desplazados.

Estados Unidos dijo que enviará hasta ocho hospitales de campaña a la región y duplicará hasta alrededor de 90 el número de helicópteros para tareas humanitarias.
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