PARIS.- La afirmación del líder ultraderechista francés, Jean-Marie Le Pen, de que la ocupación nazi de Francia "no fue particularmente inhumana" y que la Gestapo tuvo un papel de protección de la población, ha suscitado hoy un fuerte revuelo.
El Gobierno decidió remitir el caso a la justicia, mientras que personalidades de todo el arco político, instituciones judías y asociaciones de derechos humanos se declararon escandalizadas.
En una entrevista publicada en la última edición del semanario antisemita y revisionista "Rivarol", Le Pen consideró que los soldados nazis sólo cometieron "algunos atropellos".
"En Francia, al menos, la ocupación alemana no fue particularmente inhumana, pese a que hubo algunos atropellos inevitables en un país de 550.000 kilómetros cuadrados", dijo el presidente del Frente Nacional (FN), que hace 17 años fue condenado por decir que las cámaras de gas eran sólo "un detalle" en la historia de la Segunda Guerra Mundial.
"No es sólo de la Unión Europea y de la globalización de lo que tenemos que proteger a nuestro país, sino también de las mentiras sobre su historia, mentiras protegidas por medidas de excepción", manifestó Le Pen.
Cuenta la historia de un lugarteniente alemán que "loco de dolor por la muerte de todos los jóvenes soldados que iban en un tren que descarriló por un atentado quiso fusilar a todo un pueblo", pero la Gestapo "llegó inmediatamente y evitó la masacre".
El líder del FN afirma que "hay mucho que decir" sobre el drama de Oradour-sur-Glane, al hacerse eco de las tesis revisionistas que mantienen que los 642 civiles quemados vivos en una iglesia fueron víctimas de la resistencia y no de las fuerzas del Servicio Secreto alemán.
No menciona otros asesinatos en masa de habitantes en represalia por atentados contra las tropas de ocupación, ni la deportación de miles de judíos a los campos de concentración.
Según Le Pen, cuyas declaraciones se publican en vísperas del 60 aniversario de la liberación de los campos nazis de exterminio, "si los alemanes hubiesen multiplicado las ejecuciones masivas en todos los rincones, como afirma el vulgo, no habrían sido necesarios campos de concentración para los deportados políticos".
El ministro de Justicia, Dominique Perben, "indignado" por los comentarios "inadmisibles" de Le Pen y su "ofensa a las víctimas y sus familiares, los antiguos combatientes, los deportados, todos los que han sufrido en ese período negro de nuestra historia", pidió a la Fiscalía de París la apertura de una investigación preliminar.
Además de estudiar acciones judiciales contra el líder del FN, el ministro quiere que la Fiscalía investigue sus comentarios contra "la equidad" de los magistrados.
El titular de Sanidad, Philippe Douste-Blazy, se declaró "escandalizado" por los comentarios del líder ultraderechista, que en su larga carrera ha multiplicado las declaraciones provocadoras.
El responsable de Antiguos Combatientes, Hamlaoui Mekachera, denunció que las "nuevas provocaciones" de Le Pen "suscitarán la emoción legítima de todas las víctimas de la barbarie nazi".
Para el jefe parlamentario del partido conservador en el poder Bernard Accoyer, son comentarios "escandalosos, despreciables e insultantes para las víctimas del nazismo" y "para Francia".
El líder del opositor Partido Socialista (PS), Francois Hollande, pidió al Gobierno que estudie "todas las vías" jurídicas que permitan "castigar este tipo de declaraciones", que "hieren a todas las conciencias" y "atentan terriblemente contra lo que ha sido la resistencia en nuestro país".
Por su parte, el Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia (CRIF) denunció "declaraciones que ensucian la memoria de todas las víctimas del nazismo, deportados y resistentes, y del conjunto de la población francesa, sometida durante más de cuatro años a la más atroz de las ocupaciones y humillaciones".
Para la Liga Internacional contra el Racismo y el Antisemitismo (Licra), los comentarios de un "viejo chocho" inspiran tan sólo "desprecio y asco".
El Movimiento contra el Racismo y por la Amistad entre los Pueblos (MRAP) demandará a Le Pen y a "Rivarol" por declaraciones "que se inscriben en una estrategia de rehabilitación del nazismo, de su ideología y sus acciones".
Los abogados de Le Pen afirmaron que éste no ha cometido ninguna infracción y que empleó su "libertad de expresión".
