LA PAZ.- El presidente de Bolivia, Carlos Mesa, propuso un referendo y la elección por voto directo de gobernadores regionales como salida constitucional a una crisis planteada por el departamento más rico del país, que anunció para el viernes la conformación de un gobierno autonómico de facto.
La propuesta al Comité Cívico del departamento (estado) de Santa Cruz fue planteada en el marco de una mediación de la Iglesia Católica, dijeron el jueves fuentes de las partes en conflicto.
Sin embargo, el detalle del planteamiento fue divulgado por el prefecto (gobernador) de Santa Cruz, Carlos Molina, quien renunció al cargo para facilitar la negociación.
"El Presidente de la República ha aceptado que, simultáneamente a un referendo (sobre autonomías departamentales) se proceda a la elección de prefectos en todo el país", dijo Molina en conferencia de prensa.
"No quiero ser un estorbo y por eso doy un paso al costado", agregó el ahora ex prefecto, a quien sucedió interinamente su secretario general, Jaime Paz Rea.
Paralelamente, el ministro de Participación Popular, Roberto Barbery, un economista nacido en Santa Cruz, pero involucrado en anteriores agrias negociaciones con su Comité Cívico, también renunció al cargo, "obligado por las circunstancias", según dijo la carta de dimisión que dirigió a Mesa.
"Ha habido una aproximación", declaró a la prensa Carlos Dabdoub, el portavoz del organismo cívico-empresarial que encabeza la tercera semana de protestas en ese extenso departamento boliviano, fronterizo con Brasil.
Sin embargo, Dabdoub destacó que el gobierno se mantenía inamovible ante otra de las demandas iniciales del movimiento: la anulación de un alza en el precio de la gasolina y el combustible diesel, vigente desde el 30 de diciembre.
Santa Cruz, con 1,2 millones de habitantes, era el jueves escenario de movilizaciones contrarias al Comité Cívico, criticado por algunos sectores populares como "oligárquico".
Grupos de campesinos e indígenas bloquearon una importante carretera regional horas antes de una marcha que transcurría normalmente en un sector urbano en respaldo de las demandas autonómicas pero en condena del organismo cívico que las conduce.
Otra marcha, en apoyo a la unidad del país y en rechazo de la "amenaza autonómica de facto" en Santa Cruz, movilizó a miles de personas en Sucre, la capital constitucional de Bolivia y del departamento de Chuquisaca, a 720 kilómetros de La Paz, según informes periodísticos.
El gobierno de Mesa rechazó categóricamente como "inconstitucional" la anunciada designación de un gobernador autónomo en Santa Cruz, al considerar que esa demanda deberá resolverse en el ámbito de una Asamblea Constitucional a ser convocada este año en Bolivia.
Bolivia, constitucionalmente un país unitario y centralista, está dividido políticamente en nueve departamentos, cuyos prefectos son designados por el presidente de la nación.
