WASHINGTON.- La percepción popular de que los niños crecen durante la noche es verdad, según comprobó un grupo de científicos en un estudio hecho con corderos que publica la revista médica "Journal of Pediatric Orthopedics".
Los expertos de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Wisconsin en Madison colocaron una serie de sensores en los huesos de las patas de los corderos para determinar su crecimiento y encontraron que el 90% se producía mientras los animales estaban durmiendo o en reposo.
La explicación que encontraron los científicos es que las placas de crecimiento, el tejido cartilaginoso que se encuentra en los extremos de los huesos de los animales jóvenes y que gradualmente se convierte en tejido óseo, se comprimen cuando se está caminando o de pie, lo que impide el crecimiento.
Cuando se está tumbado, en cambio, se elimina esa presión y los huesos pueden crecer.
Según explicó uno de los autores del estudio, Norman Wilsman, "hemos observado esta pauta de crecimiento no continuo, pero lo realmente interesante fue que los huesos crecían cuando los animales estaban tumbados, y prácticamente no se producía crecimiento cuando los corderos estaban de pie o moviéndose".
Wilsman recordó que muchas veces los niños se quejan por la noche de dolores en las extremidades, en las zonas precisamente donde se sitúan las placas de crecimiento.