LIMA.- Una reunión entre los cancilleres de Colombia y Venezuela en Lima concluyó sin acuerdo para solucionar la crisis diplomática entre ambos países, informaron los cancilleres por separado.
"No va a haber declaración, no va a haber nada", afirmó la ministra de Relaciones Exteriores colombiana, Carolina Barco, mientras su homólogo venezolano, Alí Rodríguez, coincidió al señalar que "por el momento no va a haber declaración".
Barco y Rodríguez se reunieron durante 45 minutos en el palacio Torre Tagle, sede de la cancillería peruana, bajo los buenos oficios del canciller peruano, Manuel Rodríguez, en una reunión que había generado expectativas ante la posibilidad de un acercamiento entre las partes.
La canciller Barco dijo que no volverá a reunirse con su colega venezolano en Lima y anotó que sentía mucho que se hubiese generado toda una especulación sobre una declaración a emitirse en la capital peruana.
No obstante, dijo que "vamos avanzando" y que la reunión se realizó de "una manera muy constructiva".
Negó que se vaya de Lima frustrada, anotando que conversó informalmente con Alí Rodríguez y que "seguimos en lo mismo".
Hizo notar que en la capital peruana ambos cancilleres continuaron "cara a cara lo que ha sido un diálogo muy constructivo por teléfono".
"El balance es positivo pero tenemos que seguir adelante", dijo.
Tras la reunión el canciller venezolano abandonó rápidamente la cancillería peruana no sin antes afirmar brevemente que no habría el comunicado sobre la crisis colombo-venezolana.
Rodríguez lucía un semblante contrariado al abandonar la sede de la cancillería de Perú.
Barco y Rodríguez confluyeron en Lima para participar en una reunión de los ministros de Relaciones Exteriores de los países de la Comunidad Andina con el vicepresidente chino Zeng Qinghong, que realiza una visita oficial a Perú.
Las relaciones entre Colombia y Venezuela se tensaron a raíz de la captura del guerrillero Rodrigo Granda, considerado ’canciller’ de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Bogotá sostiene que la captura se produjo en la ciudad colombiana de Cúcuta tras el pago de una recompensa, mientras que Venezuela asegura que Granda fue secuestrado en Caracas en el marco de una operación en la que, además de violar su soberanía, se sobornó a sus autoridades.
El caso ha desencadenado una profunda crisis diplomática y comercial entre las dos naciones.
