BELGRADO.- El general del ejército serbio Vladimir Lazarevic decidió entregarse y será llevado la próxima semana ante el tribunal de las Naciones Unidas en La Haya donde enfrentará cargos por crímenes de guerra en Kosovo, dijo hoy el gobierno.
Lazarevic es uno de los cuatro generales acusados hace 15 meses de crímenes que supuestamente cometieron sus tropas contra los civiles albaneses en Kosovo en 1999.
La negativa de Belgrado de arrestar a cualquiera de ellos a pesar de la presión constante de Occidente generó la semana pasada la imposición de penas de parte de Estados Unidos y la Unión Europea (UE). Washington cortó la ayuda y el jefe de Relaciones Exteriores de la UE canceló una visita.
El anuncio de rendición, después de semanas de febriles rumores, se produjo después que un equipo de la UE realizara su última visita a Serbia y antes que publicara los resultados de un estudio de viabilidad que dirá si el país puede empezar el proceso para formar parte de la UE.
La cooperación con La Haya ha sido una de las principales condiciones a través del proceso.
Lazarevic había discutido el viernes la posición con el primer ministro serbio Vojislav Kostunica, informó el gobierno.
Fue durante esa conversación que Lazarevic tomo su decisión de rendirse y "en la forma más difícil cumplir su tarea para la patria y ayudar a su país, la población Serbia y Kosovo", agregó en una declaración.
Kostunica expresó su respeto personal por la decisión del general como así también por la del gobierno y el estado. Fue una "decisión honorable, patriótica y moral", dijo el primer ministro.
La jefa de fiscales de la ONU en La Haya, Carla del Ponte, también busca al general de la policía Sreten Lukic y el general del ejército Nebojsa Pavkovic. Se dice que el estado de salud de ambos es muy delicado. Se cree que el cuarto general buscado se encontraría en Rusia.
Una acusación emitida en octubre del 2003 dice que los cuatro "planearon, instigaron, ordenaron y cometieron" crímenes durante el intento serbio de aplastar a los guerrilleros separatistas albaneses durante la campaña de 78 días de bombardeo de la OTAN en 1999 que expulsó a las fuerzas serbias de Kosovo.
La acusación dice que el ejército yugoslavo y la policía serbia "mataron cientos de civiles albaneses en Kosovo" por órdenes de los tres acusados, en una "campaña sistemática amplia e intencional de terror y violencia" que derivó "en la deportación forzada de 800.000 civiles albaneses de Kosovo".
