JERUSALÉN.- Un equipo de médicos del hospital Maimónides de la ciudad de Haifa resucitaron a un hombre cuya temperatura corporal era de 21 grados, calentándole la sangre cuando su situación era la de muerte clínica.
Durante cuatro horas, se le aspiró la sangre de la arteria de una pierna y, previamente calentada, se le volvió a inyectar por una vena a la otra pierna, explicaron los médicos.
El caso, sin precedentes en Israel, es considerado un milagro médico. Durante las primeras horas del tratamiento los profesionales lograron elevarle la temperatura a 36 grados, informa hoy, miércoles, el diario Yediot Aharanotot.
"En 24 horas el estado de salud de Alexander Gorenstein, de 50 años, era excelente, recuperó la conciencia y, de momento, no muestra afecciones cerebrales", dijo el doctor Yarón Bar Levi.
Gorenstein se quedó congelado mientas dormía en un aparcamiento de coches, después de que el propietario de su vivienda le echara a la calle porque llevaba cinco meses sin pagarle el alquiler.
