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EE.UU. califica de "descabelladas" acusaciones de Chávez

Presidente argentino ha llegado a decir que Washington quiere asesinarlo.

22 de Febrero de 2005 | 20:51 | Reuters
WASHINGTON.- Estados Unidos calificó el martes de "descabelladas" las acusaciones del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien ha dicho que Washington quiere asesinarlo, en lo que constituye otro fuerte intercambio de palabras en las tensas relaciones entre ambas naciones.

Estados Unidos dijo que sus críticas a Chávez, quien suele insultar a funcionarios estadounidenses de alto rango, se deben a lo que el gobierno del presidente George W. Bush percibe como el deterioro de la democracia en Venezuela y no a una venganza personal.

"Desafortunadamente, además de las acusaciones descabelladas y de las declaraciones ridículas que hemos oído, no hemos visto ningún progreso concreto para revertir las tendencias negativas de manera democrática", dijo a los periodistas el portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher.

"No se trata de (cuestiones vinculadas a) la personalidad, se trata de política y problemas", añadió.

Chávez acusó el domingo al gobierno de Bush de estar planeando su asesinato y advirtió que los envíos de petróleo venezolano se verían afectados si a él le ocurriera algo.

Asimismo, Chávez opina que Estados Unidos estuvo en el 2002 detrás de un golpe de Estado en su contra, al cual sobrevivió, y que posteriormente financió una campaña para tratar de sacarlo del poder.

Analistas políticos y diplomáticos de la región suelen desestimar la retórica de Chávez, pero el mandatario venezolano ha inquietado a legisladores estadounidenses, quienes ahora se preguntan si el gobierno de Bush tiene un plan de contingencia para sustituir los suministros de petróleo de Venezuela en caso de que Chávez decida cumplir su amenaza.

Ambos gobiernos han intensificado su retórica en las últimas semanas, pero ninguno ha tomado medidas para romper los lazos que los unen. Venezuela es uno de los mayores exportadores de petróleo en el mundo y ha sido tradicionalmente un abastecedor confiable de Estados Unidos.

En años anteriores, funcionarios de Estados Unidos dijeron que estaban tratando de evitar confrontaciones verbales con Chávez, porque consideraban que tales intercambios de palabras le daban al mandatario venezolano la oportunidad para "satanizar" a Washington y pulir su reputación de nacionalista.

Sin embargo, desde que Condoleezza Rice asumió el cargo de secretaria de Estado en enero, el gobierno estadounidense no ha detenido sus críticas por lo que considera los intentos de Chávez de amordazar a los medios de comunicación, reprimir a la oposición e inclinar a los tribunales a su favor.

Chávez, un aliado cercano del presidente del gobierno comunista de Cuba, Fidel Castro, un enemigo tradicional de Estados Unidos, se presenta a sí mismo como una alternativa a lo que llama las políticas imperialistas norteamericanas.

Chávez dice que las medidas, que a menudo se critican como antidemocráticas, son necesarias para frenar a las instituciones corruptas e ineficaces.

Estados Unidos ha tratado de obtener el apoyo de naciones latinoamericanas para que actúen en contra de lo que Rice califica como "la fuerza negativa" de Chávez en la región.

Sin embargo, muchos gobiernos latinoamericanos temen una posible injerencia de Estados Unidos en la región y han optado por no criticar a Chávez.