ROMA.- Diversos especialistas se mostraban pesimistas respecto al futuro estado de salud del Papa Juan Pablo II después de la traqueotomía a la que fue sometido ayer y que lo dejó sin voz.
No obstante, el Papa ya respira de manera autónoma, aunque aún se encuentra en el hospital Gemelli de Roma, donde fue internado de urgencia por segunda vez en 24 días.
"La enfermedad de Parkinson no sólo expone sino que predispone a las infecciones de las vías respiratorias superiores: la gripe es la principal causa del deceso de esos enfermos", declaró en una entrevista a La Stampa el profesor Bruno Bergamasco, director del Departamento de Neurología de Turín (norte), del cual depende el centro Parkinson regional.
El sumo pontífice sufre la enfermedad de Parkinson desde comienzos de los años 90.
"En los últimos tiempos, el Papa fue víctima de una rápida aceleración de todos los trastornos" vinculados a esta enfermedad, señala el especialista. El Dr. Bergamasco destacó que la nueva hospitalización del Pontífice "es la demostración de que su sistema inmunitario ya no puede combatir las infecciones".
"La afonía es casi total y ya no puede mantenerse en pie", agregó el profesor, señalando que la desaparición del temblor de sus manos se debe simplemente "al aumento de la rigidez de los órganos".
"El riesgo principal en esos casos es el edema pulmonar. Desgraciadamente, en general se trata de la última señal", concluyó el profesor Bergamasco.
Organismo debilitado
Su pesimismo fue compartido por el ex anestesista del Papa, el profesor Corrado Mani, quien indicó que Juan Pablo II sufre "fatiga tras fatiga en un organismo indudablemente ya debilitado".
"El aire ya no entra en los pulmones y por lo tanto existe el riesgo de un paro cardiovascular porque el corazón ya no es oxigenado (...) y corre el riesgo de morir asfixiado", afirmó este experto, que participó en seis intervenciones quirúrgicas del Papa.
Otros médicos, como el profesor Giorgio Ianneti, especialista en cirugía maxilo-facial en la universidad La Sapienza de Roma, citado el viernes por el diario Corriere della Sera, destacan que la enfermedad de Parkinson que afecta al sumo pontífice desde hace 15 años debilitó sus músculos respiratorios y su capacidad para deglutir.
El Papa, según el profesor Ianneti, "ya no tiene la fuerza de inspirar y expirar correctamente y de desembarazarse de las secreciones de mucosas que se acumularon en la tráquea".
Juan Pablo II, de 84 años, fue sometido con éxito el jueves en la noche a una traqueotomía para facilitarle la respiración en el hospital Gemelli, donde había sido nuevamente internado por la mañana por una "recaída" gripal.
"Este cuadro clínico obligó a realizar una traqueotomía para asegurar la adecuada ventilación del paciente", precisó el comunicado de la Santa Sede.
El Vaticano debe publicar el viernes al mediodía un parte médico sobre el estado de salud del ’papa Juan Pablo II.
El deterioro de la salud del Papa podría reactivar el debate sobre su capacidad para gobernar la Iglesia católica y sobre una eventual "renuncia" a su cargo.
Un cuaderno y un bolígrafo fueron colocados sobre su lecho, cerca de su mano derecha, para que pueda seguir gobernando la Iglesia, indicó el viernes una fuente bien informada en el Vaticano.
Estos mensajes estarán destinados a sus colaboradores inmediatos que desfilan por su habitación: su secretario personal, monseñor Stanislaw Dziwisz, el adjunto de este último, monseñor Mieczyslaw Mokrzycki, y la fiel hermana Tobiana, diplomada en medicina.
Las hojas de este cuaderno con las decisiones más importantes relativas a la Iglesia estarán reservadas al cardenal secretario de Estado, Angelo Sodano, quien permanece encargado de la gestión cotidiana de la Santa Sede.
"El sumo pontífice puede ejercer su poder jurisdiccional aún sin la palabra", recordó el cardenal Francesco Pompedda, prefecto emérito del Tribunal de la Firma Apostólica, la principal autoridad de la Iglesia católica, citado por el semanario italiano Famiglia cristiana.
"Se trata de un acto de voluntad que puede ser expresado de diversas formas, por escrito o por gestos", explicó.
En espera del parte médico previsto alrededor del mediodía, los miembros del equipo médico del Policlínico Gemelli se declararon "satisfechos" del resultado de la intervención quirúrgica, la séptima desde el atentado de 1981 en la plaza San Pedro.