JERUSALÉN.- Israel, miembro del bloque de países que exige la retirada inmediata del Ejército sirio de Líbano, y la de sus organismos secretos de Beirut, también pretende la salid de los efectivos del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán.
Israel ha informado de esta última exigencia a Estados Unidos y Francia -que encabezan ese bloque- de que el Ejército de Siria no es la única ’’fuerza extranjera’’ en Líbano, y que los efectivos de ese cuerpo militar iraní amenazan la soberanía libanesa.
El columnista de asuntos militares del diario Haaretz, Zeev Shif, indica hoy, domingo, que se trata de ’’docenas y quizá más oficiales militares y expertos’’ de Irán que operan desde la sombra asesorando a los milicianos de Hizbulá desplegados a lo largo de la frontera con Israel, en el sur libanés.
Fuentes de Hezbolá (Partido de Dios) revelaron recientemente el lanzamiento de un planeador de reconocimiento, fabricado en Irán, que tomó fotografías en Galilea y se estrelló antes de regresar a Líbano sin que lo detectaran los radares de Israel.
Irán reaccionó diciendo que si lo hubiese deseado, habría lanzado un misil cargado con explosivos contra Israel, aparente alusión a los cohetes balísticos Shihab.
Cuando Líbano consiga su independencia de la tutela siria, que comenzó tras la guerra civil de 1975 en ese país y por los acuerdos de Taif (Arabia Saudí), se hará posible un acuerdo de paz entre Beirut e Israel, según el ministro israelí de Asuntos Exteriores Silván Shalom.
El presidente sirio, Bachar al Asad, afirmó el sábado ante el Parlamento de Damasco que, en virtud de los acuerdos de Taif con Líbano, Siria retirará sus 14.000 efectivos militares en dos etapas, primero al valle de la Bekaa, y luego a la frontera, pero no especificó en que fechas.
El primer ministro israelí indicó que el anuncio de una retirada siria de Líbano es ’’un paso positivo’’ desde el punto de vista israelí, pero si sólo evacuara parte de esas fuerzas, o dejara estacionadas en Beirut unidades de los servicios secretos, ello entraría en contradicción con las exigencias internacionales.
Siria, que llegó a tener 40.000 soldados en Líbano, comenzó a reducir su despliegue militar hace cuatro años. Alrededor de un millón de ciudadanos sirios se ganan la vida en el ’’país de los cedros’’ y sus ingresos son un factor de peso en la economía de su país.