LA PAZ.- Las protestas contra empresas extranjeras, especialmente las explotadoras de hidrocarburos, tendían este domingo a agravarse en Bolivia con el anuncio de más conflictos, la radicalización de un paro en El Alto y la amenaza de toma de campos petroleros.
La Paz permanecía aislada del interior del país y de los puertos de Chile y Perú, por donde fluye la carga boliviana de ultramar, y Argentina, al cumplirse el quinto día de un paro con cortes de ruta de su vecina El Alto, paso obligado de salida desde la sede del gobierno de Bolivia.
Una gestión de acercamiento propiciada la noche del sábado por la Defensoría del Pueblo entre el gobierno y las organizaciones vecinales para la suspensión del paro había fracasado y la negociación llegado a punto muerto.
Los vecinos de esa urbe de 800 mil habitantes, en su mayoría migrantes empobrecidos aymaras y quechuas, exigen la expulsión de la empresa "Aguas del Illimani", filial de la francesa Suez Lyonaisse des Eaux, insatisfechos por el servicio y las tarifas.
Los cortes de ruta, que sin embargo permitieron por las noches el paso de cisternas de combustible hacia La Paz, permanecían este domingo inalterables, según informaron fuentes cercanas al movimiento.
En otra arista del conflicto, pobladores del trópico de Cochabamba (centro), mayoritariamente cocaleros, mantenían este domingo el asedio a los campos petroleros de la empresa Bulo Bulo, filial de la British, mientras el gobierno ordenó el desplazamiento de tropas de resguardo.
Fuentes de la empresa confirmaron que cerraron una válvula teledirigida para evitar la toma por parte de los cocaleros, cuyo líder y jefe del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales, llamó a ejecutar acciones de ese tipo en demanda de la aprobación congresal de una ley de hidrocarburos de corte nacionalista.
Morales, quien controla la segunda bancada parlamentaria más fuerte, postula la elevación de regalías a los consorcios petroleros del 18% actual al 50%. Una votación congresal rechazó el jueves la propuesta, pero debido a anomalías en el escrutinio el mismo podría ser revisado el martes.
En previsión de incidentes y ocupaciones de yacimientos, el gobierno militarizó la zona petrolera, según el Superintendente de Hidrocarburos, Hugo de la Fuente.
En tanto, un corte de rutas en la ciudad de Camiri (sudeste) fue levantado tras cuatro días de conflicto por los pobladores que recibieron la seguridad de que una unidad operativa de la estatal petrolera funcionará en esa localidad.
Los bloqueos de carreteras aún perjudican a ciudades como Potosí, Sucre, Santa Cruz y Cochabamba.
Una caminata de protesta de campesinos avanzaba mientras tanto desde el Altiplano hacia La Paz para presionar por la convocatoria a una asamblea constituyente y la nacionalización del petróleo, cuyas concesiones están en manos de consorcios privados extranjeros.
