MADRID.- Un año después de la tragedia que sacudió Madrid, la ciudad trata de cerrar las heridas abiertas por el fatídico 11-M, fecha unida al mayor atentado de la historia de la capital española, ahora embarcada en nuevos retos y proyectos.
Madrid tiene una especial capacidad para "resurgir de sus cenizas" y "sobreponerse" a los avatares, aseguró recientemente el alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz-Gallardón, quien cree que la capital de España tiene capacidad para luchar "con empeño cuando las cosas no salen como estaba previsto".
Las "heridas" materiales abiertas por el 11-M apenas son visibles en la ciudad doce meses después de la tragedia y han sido las más fáciles de cerrar.
Las tres estaciones afectadas por los ataques terroristas que mataron a 192 personas, Atocha, El Pozo y Santa Eugenia, recuperaron pronto su aspecto habitual y el tráfico ferroviario fue reanudado en apenas unos días.
Como testigo del suceso y en recuerdo de las víctimas, en Atocha ha quedado instalada una pantalla en la que cualquier ciudadano puede escribir de forma virtual una reflexión sobre la matanza.
Por este lugar, que sustituyó al improvisado altar de velas, flores, mensajes y fotografías que depositaron los madrileños en las estaciones, pasan a diario cientos de ciudadanos y también las personalidades que visitan España.
Entre estas últimas figuró el Presidente mexicano, Vicente Fox, quien escribió su mensaje el pasado mes de febrero.
Aunque los destrozos han sido restaurados, el tráfico ferroviario ha sufrido las consecuencias "psicológicas" del suceso y registró un notable descenso en el número de viajeros, más acusado en los primeros seis meses que transcurrieron desde el 11-M, según los responsables de la compañía estatal que lo gestiona.
Los atentados también han provocado un aumento considerable en el número de consultas a especialistas en salud mental.
Según diversos expertos, las repercusiones de los atentados representaron el 6 por ciento de todas las consultas de salud mental en Madrid durante 2004 y motivaron un notable incremento en la venta de fármacos relacionados con trastornos psicológicos.
Los efectos del 11-M aún no han sido del todo superados, pero "Madrid es un modelo de civismo" que sabe sobreponerse a las tragedias y, sobre todo, mantiene un alto sentido de la solidaridad, aseguró el responsable de los servicios de emergencias de Madrid, Alfonso del Alamo.
El funcionario municipal recordó que, aunque aquella tragedia ha sido la más grave, en los últimos doce meses otros sucesos han hecho que la capital haya vivido su particular "annus horribilis".
Atentados de ETA, como el del pasado febrero, escapes de gas con víctimas mortales o importantes incendios de subestaciones eléctricas (hasta tres en el último año) han llenado las páginas locales de la prensa de sucesos.
El más espectacular aún pervive en la retina de los madrileños. Fue el incendio de uno de sus rascacielos más emblemáticos, el "Windsor", que el 12 de febrero quedó reducido a un ennegrecido esqueleto de metal y cemento de 106 metros de altura.
Del Alamo relata, a cuenta de este suceso, que, al menos no se produjeron víctimas, lo que es ya "toda una alegría".
"En una gran ciudad siempre va a haber siniestros, los hay en todo el mundo", subrayó el jefe de los servicios de emergencia.
Para los responsables municipales, Madrid debe seguir adelante y, prueba de ello es que ha asumido uno de los proyectos más importantes del último siglo: su candidatura a albergar las Olimpiadas de 2012, para las que compite con París, Londres, Nueva York y Moscú.
Al mismo tiempo, el ayuntamiento capitalino ha emprendido varios proyectos de obras sin precedentes, como la remodelación de la carretera de circunvalación interior, denominada M-30, uno de los mayores planes de infraestructura que se acometen actualmente en Europa.
Junto al perfil de la nueva ciudad que ofrecerán las instalaciones olímpicas ya en construcción, el "skyline" de Madrid también se verá modificado en apenas dos años cuando culmine la construcción de los cuatro rascacielos de 250 metros de altura que transformarán la entrada norte a la ciudad.