OTTAWA.- El jefe de bomberos de una comunidad rural de la provincia canadiense de New Brunswick fue declarado culpable de haber provocado intencionalmente incendios en tres ocasiones.
Frederick Vandebrand, de Penobsquis, a unos 60 kilómetros de Saint John, fue condenado a tres años y cuatro meses de prisión.
En los últimos cinco años se registraron en esa región decenas de incendios, pero la Justicia sólo pudo probar la culpabilidad de Vanderbrand nada más que en tres casos.