LONDRES.- Los padres sometidos a tratamiento de fertilidad deberían tener derecho a elegir el sexo de sus hijos, según unas radicales y controvertidas recomendaciones del Comité de Ciencia y Tecnología de la Cámara de los Comunes británica.
En un informe divulgado hoy, el Comité, integrado por diputados de varios partidos, se muestra a favor de que los padres sometidos a estos tratamientos deberían tener la última palabra a la hora de decidir el sexo del embrión que se va a implementar.
En el documento se insiste en que deben ser los padres y no el Estado los que decidan sobre su futuro familiar.
El texto del Comité señala que la Autoridad de Fertilización Humana y Embriología, que regula los casos de fertilidad, debería ser suprimida, por considerar que son demasiadas las decisiones que toma en esta área de la medicina.
Pide, en su lugar, la formación de un nuevo organismo, una Agencia Reguladora de Fertilidad, que se centraría en asegurar que clínicas y laboratorios mantienen unos buenos niveles de trabajo.
Entre otras cosas, el documento dice que asuntos "tabú", como la implantación en animales de embriones humanos con fines de investigación, deberían ser considerados, aunque regulados.
Los diputados llegaron a la conclusión de que los experimentos en los que se mezclaría material genético de animales y seres humanos podrían dar resultados muy valiosos en el futuro.
El comité estuvo muy dividido sobre varias recomendaciones, ya que cinco de sus diez miembros se negaron a colocar sus nombres en el informe final divulgado hoy.
Califican informe de "Frankenstein"
El diputado conservador Bob Spink y los laboristas Paul Farrelly, Kate Hoey, Tony McWalter y Geraldine Smith, que calificaron el informe de "Frankenstein", consideran que el texto "ignora la dignidad de la vida humana".
"Yo fui uno de los cinco que se opuso a esto desde el comienzo. El informe está totalmente equivocado", señaló Spink.
Para Geraldine Smith, se trata de un texto controvertido por adoptar un punto de vista tan extremo.
"Sólo cinco diputados lo firmaron, no se lo puede tomar en serio y ha perdido toda credibilidad. Con tanta división, nunca se debería haber puesto en marcha", agregó Smith.
Un comunicado emitido por esos cinco parlamentarios dice que el Comité elaboró con anterioridad buenos informes, pero dejó claro que, desafortunadamente, este no es uno de ellos.
"Creemos que el documento no es equilibrado, es ligero en ética, va camino a la desregulación y es muy desdeñoso de la opinión pública", agrega.
Sin embargo, el diputado laborista Ian Gibson, que preside el Comité, dijo que el texto es el resultado de mucho trabajo.
"Hemos escuchado versiones exageradas y creemos que hemos tomado en el informe una actitud equilibrada", agregó Gibson.
El parlamentario aclaró que los padres que quieran elegir el sexo de sus bebés deberían tener una justificación de mucho peso.
El Ministerio de Sanidad informó hoy de que analizará las propuestas y tendrá en cuenta la división de opiniones por parte de los miembros del Comité.
El prestigioso profesor Lord Winston, experto del departamento de medicina reproductiva del hospital Hammersmith de Londres, dijo que la fertilización in vitro es complicada, cara y requiere una gran participación de los padres como para que éstos se limiten a elegir el sexo de sus bebés.
Un aspecto controvertido del informe es que recomienda se permita a los padres sometidos a tratamientos de fertilidad elegir embriones "libres de enfermedades".
Según Julia Millington, miembro de la organización "Alianza Pro Vida", es preocupante animar a una sociedad a crear niños con ciertas características, pues "inevitablemente esto llevará hacia el camino para elegir otras características".