BUENOS AIRES.- El Gobierno argentino pondrá en marcha nuevamente este año un sistema de premios y castigos para el uso racional de electricidad y gas, como parte de las estrategias destinadas a evitar una crisis energética similar a la de 2004.
Fuentes del Ministerio argentino de Planificación indicaron que las autoridades del sector anunciarán en los próximos días una serie de medidas para impedir la posible escasez de gas en las zonas de mayor demanda y para contrarrestar la menor generación de energía hidroeléctrica como consecuencia de las esporádicas lluvias.
Para evitar una nueva crisis, el Gobierno acordó mayores ingresos de gas natural desde Bolivia por hasta 7,5 millones de metros cúbicos por día y también resolvió volver a aplicar restricciones a las ventas de gas a Chile, según adelantó la agencia DyN.
A finales de marzo de 2004 estalló en Argentina una crisis de energía que obligó al Gobierno a instaurar un sistema de premios y castigos para el uso racional de gas y electricidad, además de restringir las exportaciones a Chile y Uruguay, entre otras medidas.
Chile, que compra a Argentina el 90 por ciento del gas que consume, presentó en aquel momento varias protestas por considerar que se habían violado los acuerdos bilaterales en esta materia.
Este año Argentina no podrá contar con importaciones de energía desde Brasil y Uruguay ya que estos países vecinos también sufren escasez debido a que la explotación de las grandes centrales sobrepasa la capacidad de demanda.
Entre las medidas decididas por el Gobierno argentino, a partir de abril próximo, las centrales térmicas no podrán utilizar gas para generar energía, sino que deberán reemplazarlo por fuel, tal como se llevó a cabo el año pasado.
Para eso, el Gobierno se apoyará en el convenio firmado en 2004 con la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), para la importación de este combustible, en condiciones de pago similares a las del año pasado.
El clima en Argentina durante los últimos meses tampoco facilita el aprovisionamiento de energía ya que la escasez de lluvias reduce la generación de energía hidroeléctrica, y disminuye el caudal de ríos y embalses que alimentan a varias centrales.
