MOSCÚ.- La expedición rusa encabezada por el profesor Vadim Chernobrov fracasó en su intento de encontrar la mítica arca de Noé en el monte Ararat, que comparten Armenia y Turquía.
"Todo lo que vimos testimonia que no hay arca de Noé en la ladera occidental del Ararat. Tras la erupción volcánica de 1840 ningún barco pudo salvarse", declaró Chernobrov, jefe de la expedición, a la agencia Interfax.
La expedición, organizada por el Centro de Investigación Científica Social Kosmopoisk y una cadena de televisión, únicamente halló "formaciones naturales" en el volcán de 5.435 metros de altitud.
"Ninguno de los objetos hallados pertenecen al arca. Son formaciones naturales y anomalías geológicas resultado de la actividad volcánica", señaló.
Además, agregó, "encontramos restos de alquitrán que, según la leyenda, provenía del arca. Por desgracia, las investigaciones confirman que esta era una sustancia natural".
Los expedicionarios, que partieron de Moscú el pasado 17 de julio, atacaron la montaña por su flanco occidental (Turquía), la misma ruta elegida por el teniente Roskovitski en 1916 por orden del zar Nicolás II.
"Elegimos la ladera oeste, a pesar de que está cubierta de lava, porque en la norte hay equipos militares turcos, y la sur y este están abiertas para alpinistas y turistas", señaló Chernobrov.
No obstante, los expertos rusos no desistirán, ya que en el monasterio armenio de Echmiadzin se conserva un pedazo de un árbol fosilizado con una cruz incrustada, fragmento que, según ellos, podría pertenecer al revestimiento del arca.
La Biblia y el Corán hablan de que el arca de Noé -cuyas medidas se calculan en 137 metros de eslora, veintitrés de cuadra y catorce de manga- quedó varada cinco mil años antes de Cristo en el monte Ararat.
Según la leyenda, Noé salvó del diluvio universal a una pareja de cada especie animal en su embarcación, que nunca ha podido encontrarse a pesar de los ingentes esfuerzos de muchos expedicionarios y arqueólogos.
Algunos expertos matizan que la palabra "arca" podría ser una alegoría y significar "símbolo de salvamento" en árabe, y recuerdan que existen seis emplazamientos llamados Ararat en el mundo, uno de los cuales se encuentra en la ciudad rusa de Krasnodar, a orillas del mar Negro.
