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Carlos y Camilla por fin son marido y mujer

La pareja contrajo matrimonio en una sencilla ceremonia celebrada en el ayuntamiento de Windsor. Posteriormente, el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, bendijo la unión.

09 de Abril de 2005 | 11:13 | Agencias
WINDSOR, Gran Bretaña.- Tras más de tres décadas de mantener su relación en secreto, el príncipe Carlos de Inglaterra (56) y Camilla Parker Bowles (57) contrajeron hoy matrimonio en una sencilla ceremonia en el registro civil del ayuntamiento de Windsor, que fue seguida por una bendición de la Iglesia Anglicana durante una misa celebrada en la capilla del castillo de Windsor.

La reina Isabel II, gobernadora suprema de la Iglesia Anglicana, estuvo ausente del enlace civil, así como también el padre de Carlos, el Duque de Edimburgo.

Sí estuvieron presentes los hijos de Carlos, los príncipes Guillermo -que fue su testigo- y Enrique, y sus hermanos, los príncipes Eduardo y Andrés y la princesa Ana. Por parte de Camilla asistieron sus hijos, Tom y Laura Parker Bowles, y su padre, el comandante Bruce Shand.

Una vez concretada la unión, la pareja saludó a las cerca de 15.000 personas que los aclamaban en las calles de Windsor, pueblo ubicado a una hora al oeste de Londres.

Posteriormente, los novios fueron trasladados hasta el Castillo de Windsor, mientras una banda tocaba música matrimonial.

El arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, jefe espiritual de la Iglesia anglicana, fue el encargado de impartir la bendición en una ceremonia solemne pero sencilla en la capilla de San Jorge.

Los novios leyeron un pasaje del Libro de la Oración Común en el que expresaron su arrepentimiento por sus pecados: "Reconocemos nuestros pecados y maldades que de tiempo en tiempo hemos cometido, de pensamiento, palabra y acto".

"Seriamente nos arrepentimos y, de todo corazón, pedimos perdón por nuestros pecados. Su recuerdo nos aflige, su carga es intolerable", dijeron Carlos y Camilla, que mantuvieron una relación amorosa incluso durante sus respectivos matrimonios con Diana de Gales y Andrew Parker Bowles.

En la ceremonia participaron unos 800 invitados, entre ellos unos pocos representantes de las casas reales europeas, como el heredero de la Corona de Noruega, Haakon, y el príncipe Constantino de Holanda.

Asistieron también miembros de la familia real británica, así como personalidades del mundo político, del espectáculo y de los medios de comunicación.

La representación política a la bendición en Windsor estuvo encabezada por el Primer Ministro británico, Tony Blair, y su esposa, Cherie.

Luego los invitados se dirigieron al castillo, para una recepción ofrecida por la reina, donde brindarán con champán por los recién casados. Después, el príncipe de Gales y la duquesa de Cornwall abandonarán el castillo real para su luna de miel en Aberdeen, Escocia, donde serán recibidos con la música de gaitas escocesas.

La pareja va a pasar una luna de miel muy tranquila en la mansión Birkhall, una propiedad construida en 1715 que perteneció a la Reina Madre, dentro de las dependencias del castillo de Balmoral.

Tras su matrimonio con el heredero de la corona británica, Camilla, que hasta hoy usó el apellido de su primer esposo, Andrew Parker Bowles, se convirtió en Su Alteza Real, Duquesa de Cornwall, y en la figura femenina de más rango en la familia real británica, después de Isabel II.

La vestimenta de la novia

Camilla Parker Bowles lució un elegante vestido a media pierna en tonos perla, con abrigo a juego y acompañado de un sombrero.

La novia optó por un bonito vestido de gasa por debajo de la rodilla de Anna Valentine, cubierto por un abrigo de seda en el mismo tono con diseño en espiga acabado a mano y apliques bordados con hilo de seda, adornado con un broche en la solapa derecha.

Unos zapatos de salón acabados en punta, de ante beige claro y con cinco centímetros de tacón, creación de Linda Bennett, complementaban el vestido, además de una pamela y bolso de mano.

El sombrero que lució Camilla es de paja natural con encajes de marfil francés, y decorado con plumas y encaje alrededor, y el bolso de mano, en tonos marfil, es de piel con parte en ante.

Para la ceremonia religiosa, Camilla se cambió de ropa. Llevó un vestido de seda de azul porcelana con bordados dorados y diseños pintados a mano. En las manos llevaba un pequeño ramo de flores blancas.
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