LONDRES.- Tras su enlace con el príncipe Carlos, Camilla Parker Bowles se convirtió hoy en la segunda mujer más poderosa de la Casa Real británica detrás de Isabel II.
De ser la amante ilegal durante tres décadas del heredero al trono y la mujer más odiada por la princesa Diana, pasará a ser la futura monarca de Inglaterra.
Camilla Rosemary Shand, nacida en Londres el 17 de julio de 1947, fue presentada en círculos cercanos a la monarquía en 1965.
Rubia y delgada, muy bella según sus amigos pero calificada como "caballo y perro Rotweiller" por la prensa sensacionalista del país, Camilla se volvió una verdadera aficionada a la caza y gracias a sus modales desprejuiciados y un buen sentido del humor conoció a Carlos en un partido de polo en 1970.
Sin embargo, su relación sentimental con el hijo de Isabel II comenzó un año más tarde, con anécdotas como cuando Camilla le recordó a Carlos que una bisabuela de ella había sido la amante de un tatarabuelo de él.
Ambos siguieron juntos, pero cuando el príncipe se concentró en su carrera naval, en 1973 Camilla se casó con Andrew Parker Bowles, oficial naval amigo de Carlos, y ahijado de su abuela, la reina madre.
Del matrimonio nacieron dos hijos, Tom (1975) y Laura (1979).
Sin embargo, esto no impidió que Carlos y Camilla mantuvieran una relación ilegal y hasta el príncipe pidió a su amante que integrara la escolta oficial durante las celebraciones por la independencia de Zimbabwe en 1980.
En julio de 1981, Carlos se casó con Diana Spencer en una ceremonia de lujo en la Catedral de St. Paul, en Londres.
De esa unión, nacieron más tarde los príncipes William y Harry.
Durante la década de 1980, Camilla mantuvo en secreto su romance con Carlos, pero en 1986, Lady Di declaró que "había tres personas en su matrimonio". La separación llegaría en diciembre de 1992.
Tres años más tarde, en 1995, llegó el turno del divorcio de Camilla y una vez superado el trauma de ambas separaciones, y de la muerte de Diana en 1997, Camilla volvió discretamente a escena.
Esa aparición en público, fue minuciosamente orquestada por los asesores de Carlos, que planearon en detalle cada evento real para acercar a Parker Bowles al pueblo británico.
Entre otras actividades, Camilla se destacó por su trabajo desde 1994 en la Sociedad Nacional de Osteoporosis, tras la muerte de su madre, víctima de la enfermedad.
A pesar de las críticas de los británicos y la reticencia de la monarca a mostrarse en público con ella, Camilla logró revertir su imagen, tarea a cargo del vicesecretario privado de Carlos, Mark Boland.
Pero incluso con la complacencia de la prensa, que empezó a tratar mejor a Camilla, los británicos mantienen opiniones muy encontradas.
Para el editor de la revista Royalty Magazine, Bob Houston, se trata de un "gran dilema".
"A pesar de que dos de cada tres británicos quieren que la pareja se case, lo más relevante es que cuatro de cada cinco rechazan la idea de que se convierta en su reina. Esto indica aún muchas dudas de la población para con la futura princesa de Gales", indicó.