QUITO.- La capital ecuatoriana amaneció hoy en calma y con fuerzas de seguridad en las calles después que el presidente Lucio Gutiérrez declaró el estado de emergencia.
La decisión presidencial fue adoptada después de varios días de protestas contra el jefe de Estado y la disolución de la Corte Suprema de Justicia.
El vicepresidente, Alfredo Palacio, desde tiempo férreo opositor de Gutiérrez, pidió ’’la revocatoria inmediata del decreto porque el país -dijo- no lo tolerará’’.
Por su parte, el ex vicepresidente Leon Febres Cordero, líder del Partido socialcristiano (Psc, centro-derecha) criticó la medida y dijo que ’’un país democrático no puede vivir en condiciones dictatoriales como las que quiere imponer Gutiérrez’’, a quien pidió la renuncia.
Unas 12.000 personas se manifestaron el viernes por la noche en varios puntos de la capital para exigir la salida del presidente, en la tercera movilización autoconvocada por la ciudadanía en la semana.
’’Fuera el dictador’’, gritaban los manifestantes, que acompañaron su marcha con golpes de cacerolas y tablas.
En medio de las manifestaciones, Gutiérrez se dirigió al país por cadena nacional para anunciar la declaración del estado de emergencia por medio de un decreto y la disolución de la Corte Suprema de Justicia.
El mandatario declaró a Quito como ’’zona de seguridad’’ y dispuso que la policía y el ejército impidan toda manifestación en las calles.
La medida tomada por el mandatario limita los derechos civiles comprendidos en varios artículos de la constitución ecuatoriana.
Gutierrez señaló que la actual crisis se debe al ’’evidente intento de los partidos de oposición de repartirse la corte de justicia’’ y por ello convocó a ’’unir al Ecuador, para refundar al país o morir en el intento’’.
El mandatario dijo que la emergencia fue decretada porque la elección de la actual Corte Suprema de Justicia provocó una serie de enfrentamientos entre diversas fuerzas políticas en Ecuador.
Después de su discurso, los manifestantes desafiaron el decreto saliendo a las calles, principalmente en la avenida Los Shyrris, en el norte de la capital y en Villa Flora, en el sur de la ciudad.
En otros barrios se organizaron movilizaciones para hoy.
La actual crisis se desató el 8 de diciembre pasado cuando el presidente resolvió modificar la Corte Suprema de Justicia, mediante la sustitución de 27 de los 31 jueces del máximo tribunal.
A partir de ese cambio en la corte, algunas personalidades controvertidas como el ex presidente Abdalá Bucaram, destituido en 1997 por el Parlamento, abandonaron su exilio y regresaron al país.
