QUITO.- Miles de personas se manifiestan hoy en las calles de Quito, tan sólo dos horas después que el presidente de Ecuador, Lucio Gutiérrez, declarara el estado de emergencia y disolviera el Tribunal Supremo de Justicia.
Desde el miércoles, miles de ecuatorianos organizaron protestas similares para pedir la renuncia de Gutiérrez a la Presidencia de la República.
El Jefe del Estado, acompañado por la cúpula militar, anunció esta madrugada -en un mensaje en la cadena nacional de televisión transmitido desde Quito- que en uso de sus atribuciones constitucionales declaraba "cesantes a los magistrados de la actual Corte Suprema de Justicia, designados por el Congreso el 8 de diciembre del 2004".
En el artículo tres del mismo decreto, Gutiérrez declaró "el estado de emergencia en esta capital en atención al grave estado de conmoción interna que afronta esta jurisdicción".
"Consecuentemente, se establece como zona de seguridad el Distrito Metropolitano de Quito, dentro de su jurisdicción y dispone la movilización y los requisitos que sean necesarios de acuerdo con la ley", indicó el mandatario.
Reacciones de la oposición ecuatoriana
La oposición condenó rápidamente las medidas adoptadas por el presidente. El líder del Partido Cristiano Social y alcalde de la ciudad costera de Guayaquil, Jaime Nebot, afirmó que "un acto estúpido no se cura con otro acto estúpido".
Por su parte, el alcalde de Quito, Paco Moncayo, un general retirado del Ejército y líder del partido de la oposición Izquierda Democrática, criticó a la cúpula militar por apoyar las medidas de Gutiérrez. "El presidente no puede disolver el tribunal. Estamos viviendo en una dictadura y este decreto desenmascara la dictadura", consideró.
Moncayo finalmente añadió: "Llamamos a la desobediencia civil".