EMOLTV

Cardenal Medina puso fin al período de luto por Juan Pablo II

El cardenal Jorge Medina Estévez ofició la última misa del novenario en la basílica de San Pedro, a la que asistieron los más 140 purpurados del colegio cardenalicio.

16 de Abril de 2005 | 15:32 | France Presse
Especial: Juan Pablo II (1920-2005)

CIUDAD DEL VATICANO.- "Juan Pablo II fue llamado el Grande con toda razón". Con estas palabras el cardenal chileno Jorge Arturo Medina Estévez puso fin este sábado en la basílica de San Pedro a nueve días de misas y luto oficial en memoria de Juan Pablo II.

"Expresamos nuestra gratitud y veneración porque él nos acompañó en una parte de nuestra peregrinación por la tierra (...) Fue un siervo fiel del Señor, que ofreció su vida e hizo de Jesús el centro de su existencia", aseguró el cardenal.

Medina, de 79 años, es prefecto emérito de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y fue hace poco nombrado por Juan Pablo II nuevo cardenal protodiácono, es decir, la persona encargada de pronunciar el célebre Habemus papam en uno de los balcones de la plaza San Pedro.

En esta última misa del novenario, la basílica de San Pedro registró una afluencia mucho mayor que la de los días anteriores. Centenares de fieles venidos de diferentes rincones del mundo y abundantes religiosas, sacerdotes y obispos participaron en la última ceremonia fúnebre en memoria de Juan Pablo II.

La misa, a la que asistieron también los más de 140 purpurados del colegio cardenalicio reunido en estos días en Roma para preparar el Cónclave que comienza el lunes, estuvo inundada de una gran emoción y solemnidad.

"Juan Pablo II fue un ejemplo sacerdotal, un hombre con un corazón muy similar al de Jesucristo", aseguró Medina Estévez, un cardenal conservador que ha chocado en ocasiones con sectores progresistas de Chile por su cercanía con el ex dictador Augusto Pinochet.

Según el purpurado, el difunto Papa, fallecido el 2 de abril, se destacó por su "preocupación" por los problemas del mundo y por "la defensa de la vida hasta el final".

Los fieles quieren ver al nuevo Papa

Centenares de fieles italianos, asiduos del Vaticano, han asistido a este novenario desde el principio hasta el final y son los que más parecen sufrir este extraño estado de sede vacante que pronto llegará a su fin.

"He venido los nueve días. Son misas preciosas pero no tienen nada que ver con lo que sentía en una ceremonia presidida por el Papa", explica Luciana, una anciana de Roma, que tiene prácticamente su silla marcada en la basílica de San Pedro.

A estos italianos se unieron fieles y turistas venidos de todo el mundo, algunos de ellos con la intención de quedarse hasta que la Iglesia Católica tenga un nuevo papa.

"Nuestro avión sale de Roma dentro de diez días. Vamos a hacer un recorrido por Italia y queremos acabar en la plaza de San Pedro con el nuevo papa ya elegido", explicaba María Lucía Mejía, de Colombia.

Tras la ceremonia, como ocurre a la salida de cualquier misa de domingo en una pequeña ciudad cualquiera, llegó el momento de los cuchicheos. La duración del Cónclave y su funcionamiento, los favoritos para suceder a Juan Pablo II y el secreto que rodea la elección del pontífice eran objeto de grandes teorías al caer de la tarde en el atrio de la basílica de San Pedro.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?