ROMA.- El Primer Ministro interino de Italia, Silvio Berlusconi, dijo hoy que esperaba tener la lista de su nuevo gabinete preparada para el viernes, aunque indicó que todavía tenía algunos problemas que resolver con sus aliados rebeldes.
"Estaré preparado con la lista (...) mañana mismo", expresó Berlusconi a los periodistas.
Berlusconi dimitió ayer después de una ruptura en su coalición de gobierno, pero espera resolver las divisiones remodelando su gabinete y las prioridades políticas de su agrupación.
El Presidente italiano, Carlo Azeglio Ciampi, deberá decidir si Berlusconi tiene el apoyo necesario para recuperar el poder y formar un nuevo gobierno después de que termine las consultas con los líderes de los partidos al mediodía (6:00 hora de Chile) del viernes.
Si Berlusconi no logra organizar un equipo de gobierno, Ciampi se vería obligado a convocar instantáneamente a elecciones generales anticipadas, un año antes de lo previsto.
Uno de los problemas principales a los que se enfrenta Berlusconi es encontrar un nuevo equilibrio de poder entre los cuatro principales partidos de su coalición, que se vieron sacudidos por unos pésimos resultados en las elecciones regionales realizadas a principios de este mes.
Dos de los aliados, la Unión Cristiano-Demócrata (UDC) y la Alianza Nacional (AN), se han quejado de que Berlusconi diera más importancia al socio menor de la coalición, la Liga del Norte, y le han instado a que le reduzca su apoyo.
Paso obligado
Berlusconi presentó su dimisión como una formalidad, un paso obligado por la Constitución italiana si un primer ministro desea realizar cambios ministeriales de envergadura, pero los analistas políticos opinan que la centroderecha no acordará fácilmente un nuevo equilibrio de poder.
"Hay dos opciones: la reconstrucción del gobierno (...) o recurrir anticipadamente a las urnas, dando la palabra de nuevo a los italianos", dijo el presidente de la cámara baja del Parlamento, Pier Ferdinando Casini, tras reunirse con Ciampi.
Casini es un destacado miembro de la Unión Demócrata Cristiana (UDC), que desató la crisis al retirarse de la coalición de Berlusconi para forzarlo a realizar un cambio radical en su equipo de gobierno después de la derrota de la centroderecha en las elecciones regionales a principios de abril.
La UDC y la Alianza Nacional (AN), que también amenazó con retirarse y obligó al Gobierno a dimitir, han dicho que se unirán a la nueva coalición de Berlusconi si éste les concede los cambios políticos y ministeriales que piden.
No estaba claro si se había llegado a un acuerdo de estas características.
