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Cuatro soldados de la Primera Guerra Mundial fueron por fin enterrados

Los cuerpos de los militares australianos habían sido encontrados casualmente en 2003. Murieron el 14 de abril de 1918 durante un ataque alemán.

22 de Abril de 2005 | 10:36 | EFE
PARÍS.- Los cadáveres de cuatro soldados australianos, caídos en el campo de batalla en 1918, durante la Primera Guerra Mundial, fueron enterrados hoy en una ceremonia oficial en el cementerio militar de Ouettersteene, al norte de Francia.

El jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra australiano, Peter Leahy, y el embajador de Australia en Francia, Penny Wensley, participaron en la inhumación de los restos, hallados casualmente por un agricultor en 2003.

El hombre, que se sorprendió al encontrar en uno de sus campos un objeto con inscripciones en inglés, avisó a un amigo suyo, un arqueólogo aficionado, y juntos recuperaron varios fragmentos de los cadáveres.

Tras advertir al ayuntamiento de Merris, una localidad que quedó totalmente arrasada durante la Gran Guerra, se realizaron labores de excavación que sacaron a la superficie la totalidad de los restos de los cuatro soldados.

Dos de ellos han logrado ser identificados, tras un largo trabajo de investigación que reveló que se trataba del teniente Henry Duncan Champion y el cabo Earnie Corby, mientras de los otros dos se desconocerá para siempre su identidad.

Los cuatro cayeron en el campo de batalla la mañana del 14 de abril de 1918 durante un ataque alemán.

Parte de la familia de Corby, que había viajado anteriormente a Francia para intentar conocer el lugar en el que había muerto su antepasado, acudió hoy al entierro.

La ceremonia, en la que estaban presentes miembros de los Ejércitos francés y australiano, fue oficiada por un pastor anglicano.

"Estamos impactados por la compasión y la sensibilidad de nuestros amigos franceses y todos los que han ayudado a descubrir e identificar a estos soldados que han pasado tantos años sin reconocimiento, tan lejos de su país y su tierra", aseguró Wensley.

Más de 50.000 australianos, todos ellos voluntarios, murieron durante la Primera Guerra Mundial en la que combatieron al servicio del Imperio Británico contra los Imperios Centrales.