MANAGUA.- El ex sacerdote y poeta nicaragüense Ernesto Cardenal calificó hoy como "una fatalidad para la Iglesia" la decisión del Cónclave de elegir como Papa al alemán Joseph Ratzinger, pues lo considera un inquisidor.
Cardenal, quien en 1983 fue amonestado públicamente por ser ministro sandinista y simpatizar con la Teología de la Liberación por el fallecido Juan Pablo II, afirmó que Benedicto XVI "será más severo que Karol Wojtyla en cuanto a la doctrina de la Iglesia".
"La elección de los cardenales está llevando a la Iglesia a un despeñadero; va a haber una división de la Iglesia, una crisis muy grande, más de la que ha habido y tal vez eso sea bueno porque (Carlos) Marx decía que cuando las cosas se empeoraban, se mejoraban", dijo Cardenal, suspendido "a divinis" por El Vaticano.
El sacerdote de la orden trapense, que nunca tuvo contacto con el nuevo Pontífice, lo considera "un inquisidor", porque, según dijo, es "quien aconsejaba y empujaba a su antecesor en la política de retroceso, que hizo retroceder a la Iglesia más de un siglo".
Cardenal afirmó que por la política del papado de 26 años de Juan Pablo II hubo un desencanto en los católicos y que Ratzinger fue quien la promovió y la estimuló.
"Todo seguirá siendo igual o peor, la política del Vaticano, va a mantener los controles sobre temas de anticonceptivos, celibato, el no sacerdocio en las mujeres y todas las represiones que ha tenido el Papa anterior", dijo Cardenal.
"Ratzinger declaró que el Concilio Vaticano II había sido muy perjudicial para la iglesia, de modo que seguirá con esa política de su antecesor, cuando lo que se necesita es un nuevo Concilio para avanzar en la política de la iglesia", afirmó Cardenal.
Opus Dei
El ex ministro de Cultura de Nicaragua durante los años 80, también se refirió a la conducta que asumirá Benedicto XVI con movimientos religiosos como el conservador 'Opus Dei'.
"Este Papa va a seguir también con la imposición que el Papa anterior hizo del Opus Dei, que es algo siniestro, de otra cosa todavía más derechista que el Opus Dei, que son los Legionarios de Cristo, que esos ya casi están en la criminalidad, son como la CIA (Agencia Central de Inteligencia), exactamente hacen labores de conspiración como la CIA", afirmó.
"Y otra institución que me dicen que todavía es peor, que se llama Comunión y Liberación; estas tres instituciones las puso Juan Pablo II a la cabeza de la Iglesia", añadió.
Cardenal también puso en duda la legitimidad de la elección de Ratzinger en el Cónclave, al asegurar que fue "el único que pudo promoverse a sí mismo" y el que "dirigía la votación".
"Yo creo que podemos tener dudas al respecto de la elección, porque pudo haber sido robada y eso me hace dudar de la legitimidad del nuevo Papa", dijo el poeta nicaragüense de 80 años.
Cardenal dijo que después de la amonestación pública que le hizo Juan Pablo II en marzo de 1983, nunca más tuvo contactos con él.
"No nos peleamos", precisó.
"El Papa me amonestó porque quiso, porque mi situación estaba regularizada con la iglesia, porque la Conferencia Episcopal emitió una autorización para que los sacerdotes ocupáramos cargos de gobierno, pero sin ejercer la labor pastoral y así lo hicimos, lo que pasa es que no quise polemizar con él públicamente", explicó.
Cardenal fue amonestado por Juan Pablo II por ser ministro del Gobierno sandinista y ejercer a la vez la labor pastoral como sacerdote, a la vez que se declaraba simpatizante de la Teología de la Liberación.
El poeta dijo que el fallecido Papa pidió perdón al mundo por los errores que cometió en el pasado la iglesia, pero nunca lo hizo por sus errores propios.
"Juan Pablo II cometió errores, tuvo sus fallas, pero nunca pidió perdón por ellos y si no lo hizo él, es ilógico que lo haga este nuevo Papa", finalizó Cardenal.
