CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI celebrará el domingo su misa inaugural en la plaza de San Pedro, en el que será su primer sermón público, regresando al mismo lugar donde condujo el funeral de su antecesor Juan Pablo II hace dos semanas.
Presidentes y primeros ministros, líderes de otras religiones, y alrededor de medio millón de feligreses colmarán la plaza y las calles adyacentes para ver cómo el nuevo líder de la Iglesia Católica, de 78 años, recibe los símbolos de su autoridad.
Estos son el Anillo del Pescador, de oro y con un relieve de San Pedro pescando en un bote, y la estola papal, pieza de paño blanco decorada con seis cruces negras conocida como pallium.
Muchos de los asistentes serán compatriotas alemanes del nuevo Papa. Grupos numerosos flameando banderas alemanas y bávaras comenzaron a arribar el sábado, y una cantidad mayor se espera que llegue al amanecer luego de viajar en autobús durante toda la noche.
La homilía papal tendrá una presencia de líderes mundiales menor que el funeral de Juan Pablo II, en el que la presencia de 2.500 dignatarios conformó una cumbre de los hombres más poderosos del mundo actual. Pero la lista de asistentes para el último de los principales eventos en la transición papal será de todas maneras extensa.
El canciller Gerhard Schroeder y el Presidente Horst Koehler encabezan la delegación alemana. La estadounidense es liderada por el gobernador de Florida, Jeb Bush, hermano del Presidente George W. Bush y católico converso.
La lista incluye a Juan Carlos, rey de España, y al arzobispo de Canterbury Rowan Williams, líder espiritual de la Iglesia Anglicana.
Extrema seguridad
La misa será oficiada en latín, aunque se pronunciarán plegarias en diversos idiomas, desde el alemán hasta el árabe y el chino.
Tras la misa, Benedicto XVI será conducido alrededor de la plaza en un automóvil descubierto, que no es el conocido ’’papamóvil’’ que trasladó a Juan Pablo II en público alrededor del mundo en sus numerosos viajes.
Roma planea cerrar su espacio aéreo durante la misa y cuenta con misiles antiaéreos y un avión de la OTAN para protegerse de cualquier ataque.
Se han reclutado más de 1.000 voluntarios, incluidos algunos de una zona de habla alemana en el norte de Italia, para ayudar a los peregrinos procedentes de la tierra natal del Papa que viajen para observar a su primer compatriota elegido Pontífice en siglos.
Luego de la ceremonia, durante la tarde del domingo, el Papa se reunirá con los líderes que acudan a su primera misa, y el lunes mantendrá una audiencia con los peregrinos alemanes.