TIKRIT, Irak.- Siete iraquíes murieron el domingo por la mañana en dos atentados suicida contra la policía en Tikrit, a 180 km al norte de Bagdad, mientras las alianzas políticas intentaban alcanzar un consenso para la formación de un Gobierno.
"Hubo 7 muertos y 37 heridos, entre ellos 22 policías", afirmó un oficial del hospital de Tikrit, el capitán Hakim Omrán, citando el último balance.
El coronel Abdalá Alí, de la policía de Tikrit, feudo del depuesto Presidente Saddam Hussein, dio cuenta anteriormente de cuatro policías muertos y dijo que "un primer coche bomba estalló delante de la academia de policía y el segundo cerca de una oficina de enlace con el ejército estadounidense".
Según él, el doble atentado, cometido con un intervalo de 20 minutos, tuvo lugar cuando un grupo de policías se disponían a abandonar la academia para viajar a Jordania, donde iban a seguir una formación.
Un experto policial estimó que los vehículos transportaban una tonelada de explosivos en su interior y que el segundo de ellos fue el que más víctimas causó.
Miembros de las fuerzas del orden y soldados estadounidenses acordonaron el sector, mientras helicópteros estadounidenses sobrevolaban la zona, en la que se impuso el toque de queda, según un corresponsal de la AFP.
Las fachadas de la academia y de la aledaña oficina de enlace sufrieron destrozos y se incendiaron al menos cinco automóviles, que quedaron inservibles.
Estos atentados fueron perpetrados al día siguiente de que el presidente estadounidense George W. Bush se congratulara por la formación de una fuerza de seguridad iraquí.
Según el Pentágono, el número de miembros "entrenados y equipados" de las fuerzas del orden iraquíes supera los 155.000 y el de las tropas estadounidenses se redujo por debajo de 140.000 efectivos.
El ejército estadounidense anunció el domingo que el sábado perdió la vida uno de sus soldados en Faluya, a 50 km al oeste de Bagdad, lo que eleva a 1.563 los militares de Estados Unidos muertos en Irak desde la invasión del país, hace dos años.
Por otra parte, cuatro rebeldes murieron el domingo de madrugada cuando intentaban colocar artefactos al sur de Bagdad, afirmó un oficial de policía, el capitán Tamer Kaabi.
A 20 km al sur de Bagdad, dos iraquíes murieron al estallar un coche bomba dirigido contra un convoy del ejército estadounidense y otro iraquí murió asesinado de varios disparos en el barrio Dura de Bagdad, señaló una fuente del ministerio del Interior.
Dentro de este contexto de extrema violencia, los grupos políticos seguían sin ponerse de acuerdo para formar un gabinete, una misión de la que está encargado el chiíta Ibrahim Jaafari.
Un grupo de sunitas liderados por el vicepresidente Ghazi al-Yauar exigen el cargo de viceprimer ministro y siete carteras y la lista del primer ministro saliente Iyad Alaui quiere cinco ministerios y el puesto de viceprimer ministro.
Los responsables de las demás agrupaciones consideran excesivas las exigencias de los sunitas.