SAN PABLO.- El gobierno del presidente Luiz Lula da Silva espera que la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, apoye el deseo de Brasil de obtener un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
"Brasil tiene interés en un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU porque quiere influir. E influencia es una forma de poder. Queremos influir entre los poderosos", dijo el canciller Celso Amorim, uno de los funcionarios brasileños más entusiasmados con esa ida.
Amorim enfatizó que, una vez en ese lugar, Brasil también representará los intereses del resto de los países de América del Sur. Sin embargo, Argentina, su principal socio en el Mercosur, no piensa lo mismo, pues para el gobierno argentino esa banca debe ser rotativa entre los países de la región.
Para la cancillería brasileña, la vista de Rice es una oportunidad inmejorable para que Estados Unidos avale el deseo de Brasil de sentarse a la mesa de los cinco grandes: Estados Unidos, China, Gran Bretaña, Rusia y Francia, que son los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Según los cálculos de Amorim y su equipo, la ampliación o no, de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU será decidida en septiembre, durante la asamblea general de ese organismo, pero requiere que previamente ninguno de sus socios plenos exprese su veto.
En Brasilia, Rice será recibida mañana por Lula da Silva y Amorim y el miércoles pronunciará un discurso sobre los ejes de la política exterior de Estados Unidos.