BAGDAD.- Los equipos de rescate hallaron el cuerpo de un piloto estadounidense cuyo avión de combate F-18 se estrelló en Irak, pero todavía sigue desaparecido un segundo avión, dijo el martes el ejército norteamericano.
Los dos F-18 desaparecieron el lunes por la noche mientras volaban en misiones desde el portaviones de la marina estadounidense USS Carl Vinson, que se encuentra en el Golfo Pérsico.
Un portavoz militar dijo que no había indicios de que los aviones hubieran sido derribados por fuego enemigo. No estaba claro si podrían haberse accidentado durante una tormenta de arena y rayos que afectó al centro de Irak alrededor de la hora en la que desaparecieron.
Washington espera reducir sus pérdidas en Irak retirando sus tropas, pero es poco probable que eso ocurra hasta que las fuerzas iraquíes demuestren que pueden garantizar la seguridad del país, especialmente en puntos álgidos como Qaim, cerca de la frontera con Siria.
Seguidilla de atentados
Allí, el lunes las fuerzas de Estados Unidos mataron a 12 supuestos insurgentes el lunes en un enfrentamiento armado.
El ejército de Estados Unidos dijo que seis soldados resultaron heridos en el combate cerca de la frontera, en el que se enfrentaron con supuestos miembros del ala de Al Qaeda en Irak, una organización dirigida por el jordano Abu Musab al-Zarqawi.
Los soldados norteamericanos mataron a nueve insurgentes y tres personas fallecieron en un ataque aéreo de las fuerzas de la coalición, dijo el ejército. Una niña de seis años y un guerrillero resultaron heridos en la batalla.
En tanto, en la ciudad de Ramadi al menos 14 civiles murieron cuando las fuerzas de Estados Unidos y la Guardia Nacional de Irak se enfrentaron contra los insurgentes, dijo un responsable de un hospital.
Moneim Aaaftan, director del Hospital de Ramadi, dijo que le informaron que el combate tuvo lugar en un puesto de control en el perímetro de Ramadi, situada a 110 kilómetros al oeste de Bagdad.
Los millones de iraquíes que desafiaron a los atacantes suicidas cuando acudieron a las urnas el 30 de enero esperaban que serían recompensados por los nuevos líderes con una mejora de las fuerzas de seguridad locales.
Pero los políticos tardaron tres meses para formar un gabinete parcial, lo que envalentonó a los insurrectos que han aumentado sus ataques desde la creación del gobierno. Se prevé que las nuevas autoridades jurarán sus cargos el martes, más tarde.
Los coches bomba y los artefactos explosivos escondidos en los caminos han matado cerca de 150 iraquíes y han herido a otros 200 desde que el gabinete fuera anunciado hace seis días, constituyendo el primer gobierno democráticamente electo de Irak desde el derrocamiento de Saddam Hussein.